Subimos hacia la Foya de los Ingenieros por la pista de esquí de fondo de Linza. Una vez pasada, entramos en el último tramo de bosque hasta la Foya Manaté. Para atravesar ésta, hay que pasar una diagonal con nieve dura y algo expuesta. Mientras Peyo, Javi y yo decidimos colocar cuchillas, Daniel opta por la seguridad de los crampones y poco a poco los cuatro superamos la diagonal.
Pasado el tramo delicado, la tranquilidad en la ascensión continúa de cara al collado de Petrachema. Peyo optaba por ir al Sobarcal ya que comentaba que hacía tiempo que no estaba, yo comentaba que en que viéramos la pala de Petrachema nos resultaría tentadora, a Daniel le daba igual, no conocía la zona y lo que quería era disfrutar esquiando y Javi con cierta molestia por una incómoda rozadura se adaptaba a lo que decidiéramos.
Antes de llegar al collado de Petrachema, empezamos a encontrar algo de nieve nueva del día anterior. Esto de estar en la divisoria (o incluso al norte de ella) es lo que tiene. Este cambio de nieve empezaba a plantear alguna que otra incomodidad en forma de zueco pero resultaba tentadora de cara a la bajada.
Al final lo previsible se hizo realidad, más pronto que tarde empezamos a atacar la pala de Petrachema. Daniel y Javi comentaron que se reservaban para disfrutar de la bajada sin apurar el ascenso, de forma que subirían parte de la pala sin llegar a la punta.
Mientras, Peyo y yo nos adelantamos para hacer cima. Subí sin cuchillas aunque en las últimas rampas no hubieran venido nada mal. De hecho Peyo terminó subiendo con los esquís en la mochila, después de que un resbalón le hiciera perder unos metros con los consiguientes "juramentos" (y eso que estábamos en Semana Santa).
En la punta de Petrachema entablamos conversación con "uno de Aranda", que iba acompañado de un grupo de cántabros y ya no sé si algún "astur". La conversación resultó muy agradable, fácil y distendida entre todo el grupo. Bajamos la pala detrás de ellos y, al llegar a su altura, nos confirmaron que no les habíamos engañado diciéndoles que la nieve esta en su punto para disfrutar bajándola.
En el collado de Petrachema nos juntamos con Javi y Daniel. Celebramos la esquiada con un buen almuerzo a base de tortilla, chorizo y queso. Con algo de fruta terminamos el tentempié y continuamos con la bajada.
En la Foya Manaté nos juntamos otra vez con el grupo del de Aranda y los cántabros. Entre risas, cachondeo y "buen rollito" bajamos juntos hasta Linza.
Después de sus invitaciones para ir a esquiar a Picos y el intercambio de teléfonos, dimos por finalizado un día muy bueno de esquí y de relación con nueva gente que trasmitía muy buenas sensaciones.
Una travesía preciosa y el descenso, una maravilla, gracias. ( cántabros+un arandino)
ResponderEliminarGracias a vosotros por haber aparecido en la punta de Petrachema. Da gusto encontrarse un grupo así por el monte. Seguid disfrutando de la misma manera del monte y de vuestro ambiente. ¡Saludos para todos!.
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