El domingo salió un día espectacular. Salimos con los esquís calzados desde la base del telesilla "Mouscades 2" hasta donde llegamos con el coche. Solo un pequeño corte a la altura de la cabaña de Moune rompía la continuidad en el ascenso hacia el Port de Campbieil.
La niebla, que nos había recibido el sábado por la tarde al llegar a la estación, se había bajado al fondo del valle. En el ascenso decidimos buscar el collado formado por el pico Lencuo de Capo y la base de la arista de la Lentilla para cambiar de valle.
Buscando la continuidad de nieve que se rompía en el collado, subimos al pico Lencuo de Capo para descender hacia el Port de Campbieil. Allí iniciamos el primer descenso del día sobre nieve dura y rápida pero disfrutona.
Bajamos hasta Pla de la Targo donde cogimos agua, comimos un poco y colocamos cuchillas para enfrentarnos a 800 metros de desnivel que nos llevarían hasta la arista cimera. Al principio, una amplia pala con pendiente nos iba llevando hacia el corredor de la Lentilla donde optamos por los crampones.
Alcanzamos la arista que llevaba a la antecima donde dejamos todos los bártulos con vistas al pico y hacia él nos encaminamos.
Desde la cima disfrutábamos de las vistas, hacia un lado el Perdido y la Brecha y hacia el otro el Midi de Bigorre y el Neouvielle no pasaban desapercibidos.
Una vez hecha la foto de cima volvimos a por las mochilas. La nieve se encontraba en su punto para bajar el corredor y el disfrute estaba asegurado. Así que sin perder tiempo nos echamos para abajo.
Teníamos la opción de remontar a la Arista de la Lentilla, una vez salvado el corredor, para hacer una bajada directa hacia el coche, pero en vista de como estaba la nieve pronto nos decidimos para seguir bajando la pala entera hasta donde por la mañana habíamos arrancado en dirección al pico. La nieve estaba buenísima y el descenso fue brutal.
Tras coger un poco de agua y mentalizarnos de una remontada de unos cuatrocientos metros en busca del collado al que habíamos accedido por la mañana en la base de la arista de la Lentilla, nos dispusimos a disfrutar de otros 900 metros de descenso hasta el coche, esta vez por una nieve no tan buena, pero que pese al sol reinante permitía seguir disfrutando de lo lindo.
El rescate de tres latas de cerveza, escondidas en la nieve por la mañana, nos permitieron seguir disfrutando del día mientras nos cambiábamos de ropa. Un buen tentempié completó la jornada. Una despedida de la temporada por todo lo alto con más de 2000 metros de desnivel, sin porteos, sin aglomeraciones de gente, con una nieve muy buena, un día espectacular y en buena compañía, uff!!!....no obstante, intentaremos superarlo.