lunes, 7 de diciembre de 2020

Circular al Ibón de Lacherito, Ansó.

 El pasado último domingo de noviembre, día 29, nos fuimos en familia al Ibón de Lacherito. Ultimo fin de semana antes de las nevadas en las que estamos inmersos a día de hoy.




A pesar de que la previsión daba algo de cambio durante el día, la mañana salió despejada y fresca, vamos, ideal para caminar.




Aunque salimos con ropa abundante, al poco de salir al sol necesitamos aligerar y quitarnos capas para avanzar más cómodos.




El cambio de tiempo previsto empezaba a notarse a la vez que ampliábamos nuestro horizonte. Casi a la par, aparecían picos y nubes, lo cual animaba el espectáculo.




Los sarrios, con el pelo de invierno, también esperaban ansiosos el cambio de tiempo, que nos traiga la nieve a las alturas, para normalizar la estación.




Un rato en el Ibón de Lacherito para echar un bocado tranquilamente y solos, no tiene precio. Aunque al pararnos, y que el nublado iba ganado al sol, tuvimos que añadir algo de ropa al cuerpo para no pasar frío.




Después de reponer fuerzas arrancamos hacia la Foya de Lacherito para llegar a la cabecera del valle del mismo nombre, justo debajo, hacia el sur, de la Collada Anzaba como la conocemos en Ansó, o del Puerto de Lacherito como se conoce a través de los mapas.




Comprobamos como la reforma de la caseta sigue manteniendola en buenas condiciones para uso de todo el que lo necesite. Mantuvimos la ropa hasta bien abajo, ya que la temperatura reinante lo requería.




Llegamos a Guarrinza de vuelta con buena hora y gana de comer. El nublado y la cercanía a Ansó nos llevó a tomar los bocatas, que habíamos traído preparados, en casa, ante la ausencia de sol, que nos hubiese llevado a decidir comerlos por allí. Un domingo tranquilo y de máximo aprovechamiento en un día en el que daba gusto caminar por la zona, sin aglomeraciones y apurando un tiempo y unas condiciones que tardarán en llegar dadas las nevadas que están cayendo ahora mismo.