Las nubes que envolvían Peñaforca nos ayudaron a decidir subir por el Achar de Alano en lugar de lo que habíamos pensado al principio aunque tuviésemos que portear hasta el achar. El Rincón de Alano es un lugar que permite muchas y muy buenas opciones.
Así, nos fuimos donde no había nubes y dejamos Peñaforca para más tarde si es que despejaba. Nos dirigimos hacia los límites del los puertos ganaderos de Alano y la Espelunga.
De allí realizamos una suave y entretenida bajada primero por amplias lomas y luego por un maravilloso tubo que nos desembocó justo en la Fuente del Rincón de Alano, junto a la caseta.
En vista de que no quería despejar, decidimos remontar hasta una de las agujas de Alano que quedan al este de la Punta del Achar de Alano. Desde allí, de nuevo otra bajada, esta vez más directa, hacia el punto de partida.
El asunto, en lugar de mejorar con el paso del día, iba a peor. Definitivamente descartamos Peñaforca y a cambio volvimos a remontar hacia el Oeste, dando vista a las Puntas de Tresveral y Ruzquía para hacer el descenso por el circo de Zucaca, que la gente lo conoce como las Canaletas de Ruzquía, y que en realidad éstas quedan al lado del citado descenso.
Una bajada espectacular y con una nieve muy buena como si estuviéramos en abril, completó un día en el que cambiamos los planes y acertamos de pleno.
Incluso el sol apareció como para completar la jornada y dejarnos más contentos todavía con la buenísima bajada final.
Sin duda, el Rincón de Alano ofrece muchas posibilidades aún sin contar con sus partes más altas como son la Punta del Rincón y Peñaforca. Otro día salvado, donde a pesar de la situación de escasez, disfrutamos de un buen y entretenido día de esquí y risas.