miércoles, 12 de enero de 2022

Tregua soleada en Reyes por la Paquiza de Linzola. Linza, Ansó

 El pasado 6 de enero, día de los Reyes Magos, quedamos Pablo, Nieves, Rubén e Ibón para ir a esquiar. El día anterior había nevado con frío y viento pero para este día daban una tregua soleada antes de volver a nevar al día siguiente. No era cuestión de desaprovechar la oportunidad.




El pronóstico para el día era de sol, viento y frío. Este último se dejaba notar a la sombra del aparcamiento del Refugio de Linza.






Una vez al sol, y sin apenas viento en estas cotas, tuvimos que quitar ropa para subir más cómodos. Aunque el frío se intuía por la calidad de nieve que estábamos pisando.




Entre abundantes risas y muchas tonterías, nos fuimos acercando al Collado de Linza donde el viento ya se dejaba notar, aunque no fuese necesario volver a poner ropa mientras estuviésemos en movimiento.




No paramos en el Collado de Linza, no apetecía para nada. Un poco más adelante, con la intención de buscar un resguardo que no conseguimos, paramos. No costó mucho tomar la decisión de descartar Petrachema, entrábamos en una zona de sombra que no apetecía para nada, y prácticamente descartábamos la bajada por su pala sur.




La ascensión a La Paquiza toda soleada hizo que nos decantásemos por ella de forma rápida. 





Sabíamos que la cara norte iba a estar dura, pero teníamos la posibilidad de intentar trampear por las vaguadas y buscar la nieve reciente para evitar poner cuchillas o pasar directamente a crampones.




Poco a poco llegamos hasta arriba con los esquís puestos sin tener que añadir ni quitar nada. Poco rato se perdió en la punta y tomamos el descenso también con prudencia.




Aunque el viento había trabajado, al subir habíamos observado que no había grandes acumulaciones en la pala sur, también habíamos visto alguna colada. 




Apuramos por la larga arista mas de lo habitual para evitar las mayores pendientes y disfrutamos de una bajada donde como en toda la mañana no faltaron las risas.
Día entretenido que terminamos en el Refugio de Linza con unas cervezas y unos huevos fritos además de continuar con muchas tonterías y más risas, ...¡todo un lujo!