El pasado 6 de febrero decidí acercarme hasta la zona del Noguera Ribagorzana. La idea era conocer las pasarelas de Montfalcó pero la primera tractorada del año me pilló de lleno en el viaje y sobre la marcha tuve que cambiar de planes.
Decidí dirigirme hacia
Finestres esquivando la tractorada y sin saber si podría llegar hasta el pueblo por la pista. Pasado el mediodía, llegué hasta el mismo pueblo con el coche y lo primero que hice fue ponerme a comer de buena gana ya que había madrugado bastante y no había parado para nada en todo el viaje.
Después de disfrutar de la comida y de la soledad del entorno, decidí realizar la ruta mas habitual de la zona, acercarme hasta la
Ermita de San Vicente enclavada en mitad de
"Les Roques de la Vila" o
"Les Dents de Finestres", impresionante estrato vertical en forma de barrera natural.
Si los
Dents de Finestres llaman la atención por sus dimensiones, la
Ermita de San Vicente lo hace por su ubicación dentro de esa barrera natural y en uno de sus puntos más elevados.
Semiderruida y estrecha, conserva bien el ábside y una de las paredes laterales está formada por la misma roca del estrato.
En el camino de vuelta y aprovechando la baja cota del
embalse de Canelles decidí seguir el curso de un pequeño barranco que cruzaba la gran barrera rocosa. Llegué hasta donde pude, a través de lo que en su día fueron pequeños huertos. Y desde donde ya no pude pasar, me impresionaba el nivel que alcanza el agua marcado en la roca muchos metros por encima de mi cabeza.
Volviendo hacia
Finestres me acerqué hasta la
Ermita de San Marcos, cercana al casco urbano, desde donde a modo de mirador se puede observar el fondo de valle. La baja cota del embalse permite intuir cómo antes de mediados de la década de los años 50 del siglo pasado, que es cuando se inundaron las tierras, las gentes que habitaban la zona vivían de sus mejores y fértiles tierras, ahora anegadas, junto a sus pueblos vecinos y a partir de esa fecha aislados por el agua.
Como en tantos otros lugares del
Pirineo a estas gentes no les quedó otra que abandonar sus casas y sus vidas en el entorno... que duros tuvieron que ser esos momentos para aquella gente.
A la vuelta y para aprovechar la corta tarde de invierno me acerqué hasta Estaña. Este lugar acoge unas curiosas lagunas de origen kárstico donde, en buena época, se puede disfrutar de una avifauna típica de humedales. Por su interés para la preservación de la biodiversidad es LIC ( Lugar de Importancia Comunitaria) y también ZEC (Zona de Especial Conservación)