Las posibilidades de avanzar por la cantidad de pistas que hay en la zona permiten multitud de combinaciones para disfrutar de lo lindo y alucinar con los contrastes que se pueden observar al movernos entre un perfil altitudinal que oscila entre los más de 1300 metros de la Sierra de Fórcala y los escasos 600 de la Canal de Berdún.
Desde el Plano de la Sierra echo un vistazo a los picos que mantienen una gran cantidad de nieve para esquiar. Una pequeña inflamación en la tibia no me permite colocarme las botas de esquiar en unos días con lo que ya doy por terminada la temporada. Ante el fastidio que me produce esta situación, no hay más que buscar alternativas como la del paseo que estoy describiendo.
Tras cruzar la Collada Cornaval me enfrenté a una vertiginosa bajada hacia los terrenos agrícolas de la Canal de Berdún. Hace un par de años que se arregló este tramo de pista permitiendo circular a todo-terrenos que antes no lo podían hacer, al menos de manera normal, y recorrerlo con la bici también permite avanzar de forma más cómoda.
Una vez en la parte baja tomé el itinerario ecuestre en dirección a Majones para dirigirme hacia Villareal de la Canal. Una motoniveladora había estado trabajando recientemente y había dejado la pista planchada. A cambio, una gran cantidad de polvo se ponía en la cadena y los pies.
Siguiendo las recomendaciones de Pablo me dirigí hacia Villareal de la Canal donde tomé una pista que me llevaría hacia Lorbés. Después de mojarme los pies cruzando el Barranco de Majones la cadena parece que eliminó gran parte del polvo acumulado en el tramo recién arreglado.
Al tomar la pista desde Villareal de la Canal en dirección a Lorbés y pasar junto a una explotación ganadera salió a recibirme un mastín como suelen hacerlo ellos. Realmente acojonan. Decidí bajarme de la bici y tratar de hacerme amigo suyo ya que aún tenía que acercarme más hasta la puerta de la explotación para seguir mi camino. Con unas cuantas caricias la cosa mejoró bastante y caminando con la bici de la oreja y sin dejar de acariciar al perrito fuimos avanzando poco a poco. Cuando ya parecía que aquello se acababa, un segundo mastín salió sin haberse enterado de que nos habíamos echo amigos con su compañero (en realidad descubrí que era compañera y que además estaba criando). No me costó hacerme amigo suyo también, y cuando ambos decidieron que no era una amenaza para su explotación, me dejaron de escoltar y pude montarme tranquilamente en la bici y continuar mi camino.
El tramo recomendado por Pablo resultó majísimo. Después de remontar un poco, hay que descender por otro ramal en busca del barranco del Sacal y tras cruzarlo, unos tramos escondidos te sacan hasta la carretera de Lorbés. Sin subir al pueblo descendí por asfalto poco más de un kilómetro para buscar el la entrada de la pista de Gabarre.
Acercándome de nuevo al término ansotano tras adentrarme un rato por la pista, comienzan las rampas de Valletrevoz. Impresionante paco donde un fresco hayedo ayuda para la remontada.
Desde la Borda Morico me despedí de las vistas de la Canal y tras dos cruces más de pistas con descenso y remontada posteriores me planté en la frescura de Val d´as Fuens. Después, la Peña Zelún me indicó que la vuelta llegaba a su fin.
Una de las muchas posibilidades que ofrece la zona para disfrutar de la bici combinando pistas y que permiten pasar un buen rato disfrutando de una gran diversidad de paisajes.