El pasado sábado 13 de marzo quedamos Pablo, Peyo y yo para ir a esquiar. Aunque no estaba muy claro lo que íbamos a hacer, si que sabíamos la zona por donde íbamos a echar la mañana.
Hicimos uso del permiso del
Ayuntamiento de Ansó que nos autorizaba a remontar por la pista de
Tachera. Es un recurso que siempre hemos utilizado
mas avanzada la temporada, pero en los últimos años cada vez lo utilizamos mas temprano.
El hecho de poder llegar con coche hasta las naves de ganado permite subir a
Alano rápidamente y aprovechar las condiciones tan buenas del
Rincón de Alano.
Después de un pequeño porteo, alcanzamos rápido la nieve, pero en lugar de calzar los esquís nos pusimos los crampones para pasar por el
Achar de Alano.
La nieve estaba dura y el día estaba despejado, vamos, un buen día de esquí. Una vez en el Rincón de Alano decidimos subir a la Puna del Rincón.
Al sol y en el resguardo del viento el calor se dejaba notar y la nieve poco a poco iba transformado para disfrutarla en la bajada.
Al ir llegando a la cima, como siempre, las vistas eran chulísimas. Daba igual hacia donde mirases.
Poco tiempo perdimos en la Punta del Rincón de Alano y con una nieve en su punto nos echamos para abajo disfrutando de una muy buena pala. La bajada por el fondo fue rápida, ya que buscando la nieve dura sin transformar, las zonas mas llanas las pasamos con mucha facilidad.
Cuando llegamos abajo, junto a la caseta del
Rincón de Alano y su fuente, decidimos remontar hacia
Ruzquía para descender por el precioso circo de
Zucaca.
Alcanzar la entrada del circo de
Zucaca siempre es una aventura. Depende de como esta la nieve podemos llegar sin descalzar los esquis como en esta ocasión, o en
otras toca un pequeño destrepe.
En cualquier caso, una vez superada la aventurilla, solo restaba disfrutar del entorno y de la muy buena esquiada.
Y todo eso si se hace en buena compañía y mejor ambiente el buen resultado esta asegurado.
Otro buen día de monte sin salir de casa como aquel que dice. Buen día, buena nieve, buena compañía y mejor ambiente hacen que queden ganas de repetir en que se pueda.