El pasado miércoles 26 de enero nos fuimos con Pablo a esquiar. El destino fue hacia el puerto ansotano de As Foyas.
Antes de salir ya comentamos que con seguridad tendríamos que portear algo, lo que no sabíamos cuánto. Yo era más optimista y Pablo insistía en una buena porteada desde Guarrinza. Al final ni para uno ni para otro, con media hora de porteo se solucionaron las dudas.
Una vez salimos del Barranco As Foyas, y como siempre, se abre todo un mundo. El puerto de As Foyas es un gran circo con diferentes orientaciones que permite elegir las mejores laderas.
Con el perenne anticiclón que nos está acompañando durante prácticamente todo el mes, no quedaba otra que buscar las orientaciones sur para disfrutar de la crema pirenaica.
Bajamos las palas más altas y en vista del buen día que teníamos decidimos poner pieles otra vez y remontar hasta la Punta Cristián o Marmida para aprovechar la esquiada por sus laderas.
El buen tiempo reinante permitía estar a gusto en las alturas. Día despejado y sin viento daban para ello.
Un descenso con toda la ladera para nosotros y a elegir, resultaba de lo más gratificante.
Las opciones son muchas, tubos más empinados, pendientes más suaves, nieves más o menos transformadas, es como un gran bazar.