Partimos desde la curva helicoidal de la carretera y nos adentramos por las pistas de esquí de fondo de La Contienda sin porteos. Pero esta vez hubo que trampear y salvar los cortes de nieve en la pista por el recorrido de raquetas que discurre por la orientación norte que es la única que mantiene nieve continua por la zona.
El persistente anticiclón hace que la nieve que queda esté dura por las mañanas y como los pasos ya son obligados se hacen necesarias las cuchillas para salvar las pendientes. Esto es algo novedoso para Elia en esta temporada, pero todo vale para ir progresando.
La nieve escasea y está justa para poder avanzar con continuidad. Tuvimos que fijarnos bien en los pasos para, en la bajada, no quedarnos atrapados en alguna isla y tener que descalzar.
Con vistas al Anie, Soum Couy y Arlas llegamos al Portillo de Batikotxe. La poca nieve llama la atención y las pistas de la estación de Arette se ven como ríos blancos en medio de la caliza que predomina por la zona.
Después de echar un bocado, aprovechando el día primaveral que teníamos, nos entretuvimos aprendiendo a utilizar el piolet personalizado que este año le habían traído los Reyes Magos a Elia.
Después de comprobar alguna de las utilidades del piolet, decidimos quitar las pieles que habíamos dejado secando al sol y disfrutar de la bajada hasta La Contienda.
Aunque escasa, la nieve estaba en su punto y la bajada se hacía de lo más disfrutona, ...¡vamos!, "¡mucho mejor que en pistas!" comentaba Elia convencida.
Solo al final hubo que tirar de pericia para descender por el único y estrecho paso que ya queda hasta el llano de La Contienda. Algo que superó también sin despeinarse.
Una vez en la pista de fondo nos paramos a quitar algo de ropa ya que el calor apretaba. Los cortes de nieve en la pista ya van siendo numerosos y al final optamos por descalzar y llegar a la carretera andando para evitar el incómodo quita y pon.
Terminamos un día primaveral estupendo donde el sol, la nieve, mis esquís nuevos, el uso de las cuchillas para Elia y el del piolet también, fueron los protagonistas. Esperando que nieve con ganas, nos fuimos a comer a casa después de un bonito día de esquí de travesía.