El arranque está bastante bien señalizado y comparte camino con la subida a Lenito. En pocos metros se separan con un buen cartel indicador y se empieza a disfrutar de los muros espectaculares de la Calzada y de las vistas del amplio Valle de Hecho.
Las rupturas de algún tramo de muro ayudan a uno a darse cuenta de la dimensión de esta obra. También me doy cuenta de que en determinados tramos es muy difícil que falle la cimentación.
Las "boiras" acarician las Peñas de Agüerri, y el cierzo se deja notar aunque sin ser el protagonista de la tarde por ahora.
Pronto llego al punto más alto de este tramo de la Calzada Romana, culminado por la torre defensiva del siglo XVI conocida como Lo Vixia, y salvando de este modo el espectacular desfiladero de La Boca de Lo Infierno.
En el descenso hacia la carretera encuentro un frondoso bosque, donde espectaculares hayas siguen siendo testigos de los muros de la Calzada.
Cruzo la carretera y después el río Subordán por una pasarela metálica que daba acceso al antiguo campamento de San Juan de Dios, hoy día abandonado, y tomo el camino de la Senda de los Ganchos, que por la margen izquierda del río, hará que complete la circular (también indicado).
La remontada para ganar altura es algo más fuerte que en el tramo de inicio, pero se compensa con la espectacularidad del bosque y de la propia senda que contrasta con la amplitud de la Calzada.
Aquí todo es estrecho, y el cierzo por estos tramos se deja notar hasta el punto de obligarme a poner la chaqueta.
Conforme voy saliendo del estrecho y girando al resguardo, la vegetación cambia. Pasamos de los abetos, hayas, arces y tilos al predominio de los chaparros y pinos. Igual que la vegetación se adapta a las condiciones del medio, yo me tengo que volver a quitar la chaqueta.
En un rápido descenso llego a una zona de acumulación de sedimentos. Claramente se trata del cono de deyección del barranco de Agüerri y para mi sorpresa me encuentro una maravillosa pasarela metálica que hace que cruzar el barranco sea como coser y cantar.
Cuando entro el la placidez del Plan de Santana voy pensando en la pasarela. Tengo que decir que me da cierta envidia que en el valle vecino se hagan actuaciones como ésta por estas sendas y en el nuestro no se quiera ni mantener sendas recuperadas como la de la Faja Beatorre. Como para pensar en colocar una pasarela en el Barranco Salas para facilitar el paso por esa senda y poner en nuestro valle una circular de moda como ésta.... Soñar es gratis.
Después de dos horas aproximadamente, llego al coche tras cruzar el Puen de Santana y decido tomarme algo en el bar del Centro de Intrerpretación del Megalitismo. Con Andrés la conversación es entretenida, fluida y coherente. Un lugar recomendable para visitar y completar así una tarde redonda.