lunes, 29 de marzo de 2021

Mazandú con esquís de travesía. Ansó

El pasado sábado, 27 de marzo, nos fuimos con Elia de travesía. La nieve se va quedando alta con la falta de precipitaciones y las altas temperaturas, así que no queda mas remedio que asumir porteos. Esto era algo nuevo para Elia y tenía muchas ganas de probar.




Elegimos ir a Mazandú por la posibilidad de subir en coche por la pista y reducir el porteo al máximo. La autorización para circular por la pistas forestales de la Mancomunidad Ansó-Fago que solicitamos en el Ayuntamiento de Ansó los locales, nos permiten esa posibilidad y no es cuestión de desaprovecharla. 




Elia llevó bastante bien el porteo de apenas media hora y no le disgustó el hecho de llevar los esquís en la mochila, incluso mirándose su sombra comentaba que parecía una profesional.




El día estaba espectacular y aunque el sol era radiante, para nada agobiaba el calor. Una brisa que tampoco resultaba molesta permitía subir con la chaqueta puesta cómodamente al abrigo de las paredes de Alano.




Mientras subíamos Elia comentaba que le encantaba eso de ir viendo el monte en el ascenso y que le gustaba mucho mas el esquí de travesía que el de pista. Yo le decía que en las estaciones puede hacer muchas más bajadas y lógicamente aprender mas, pero ella decía que mientras estas sentado en la silla te pierdes muchas cosas que se ven cuando subes foqueando.




Corta se le hizo la subida que literalmente la dejó con la boca abierta a Elia al contemplar la vista de los picos y sobre todo, como ya es habitual, al ver la silueta del Midi.




Aunque no habíamos madrugado, la temperatura reinante y la orientación de la ladera que íbamos a esquiar nos permitían entretenernos sin miedo a que transformase en exceso la nieve. Teníamos la "crema pirenaica" asegurada para la bajada.




Un tentempié tranquilo y reponedor dieron paso a otra de las novedades del día. Habíamos subido los crampones nuevos y había llegado el momento de probarlos junto con el piolet que ya había usado alguna vez.




Probar y probar. Colocar los crampones, caminar despacio, ver si sujetaban lo suficiente y sobre todo evitar tropezones y enganchones fueron los objetivos del día.




Suerte tuvimos de ver a dos personas que bajaban por el Achar de Forca a pie, y con seguridad con crampones, lo que motivó a Elia a proponerse hacer lo que ellos hacían ahora que ya manejaba los "pinchos".




Una vez probados y recogidos los crampones llegaba tras quitar pieles otro momento interesante del día, su primera bajada con esquís por Mazandú.




Con lo que había disfrutado subiendo, parecía que aquello no podía superarse, pero la "crema pirenaica" iba a permitir que Elia diese saltitos de alegría en cada parada que hacíamos y donde yo le preguntaba que ¿que tal? y respondiera con una impresionante sonrisa: "muy bien".




Aunque le dio pena que se terminara la esquiada, también le gustó eso de apurar al máximo las lenguas de nieve hasta el último rincón, hasta donde ya no se podía mas. La ilusión de cargar con los esquís a la mochila y parecer una profesional otra vez (y además menos trozo por la apurada), permitió completar otro día de disfrute y aprendizaje por el monte y casi sin salir de casa.







sábado, 20 de marzo de 2021

Punta del Rincón de Alano-Zucaca con esquís de travesía. Ansó

 El pasado sábado 13 de marzo quedamos Pablo, Peyo y yo para ir a esquiar. Aunque no estaba muy claro lo que íbamos a hacer, si que sabíamos la zona por donde íbamos a echar la mañana.




Hicimos uso del permiso del Ayuntamiento de Ansó que nos autorizaba a remontar por la pista de Tachera. Es un recurso que siempre hemos utilizado mas avanzada la temporada, pero en los últimos años cada vez lo utilizamos mas temprano.




El hecho de poder llegar con coche hasta las naves de ganado permite subir a Alano rápidamente y aprovechar las condiciones tan buenas del Rincón de Alano.




Después de un pequeño porteo, alcanzamos rápido la nieve, pero en lugar de calzar los esquís nos pusimos los crampones para pasar por el Achar de Alano.




La nieve estaba dura y el día estaba despejado, vamos, un buen día de esquí. Una vez en el Rincón de Alano decidimos subir a la Puna del Rincón.




Al sol y en el resguardo del viento el calor se dejaba notar y la nieve poco a poco iba transformado para disfrutarla en la bajada.



Al ir llegando a la cima, como siempre, las vistas eran chulísimas. Daba igual hacia donde mirases.




Poco tiempo perdimos en la Punta del Rincón de Alano y con una nieve en su punto nos echamos para abajo disfrutando de una muy buena pala. La bajada por el fondo fue rápida, ya que buscando la nieve dura sin transformar, las zonas mas llanas las pasamos con mucha facilidad.




Cuando llegamos abajo, junto a la caseta del Rincón de Alano y su fuente, decidimos remontar hacia Ruzquía para descender por el precioso circo de Zucaca.




Alcanzar la entrada del circo de Zucaca siempre es una aventura. Depende de como esta la nieve podemos llegar sin descalzar los esquis como en esta ocasión, o en otras toca un pequeño destrepe.




En cualquier caso, una vez superada la aventurilla, solo restaba disfrutar del entorno y de la muy buena esquiada.




Y todo eso si se hace en buena compañía y mejor ambiente el buen resultado esta asegurado.


Otro buen día de monte sin salir de casa como aquel que dice. Buen día, buena nieve, buena compañía y mejor ambiente hacen que queden ganas de repetir en que se pueda.