Al poco de arrancar nos encontramos con Asier que bajaba de soltar sus ovejas y nos dijo que detrás bajaban las vacas de David y Alberto, los papás de Diego, Jorge y Gonzalo. Elia no quiso seguir subiendo hacia el ibón hasta que no pasó el último animal.
Después de ver pasar las vacas y los terneros nos pusimos en marcha ganando altura rápidamente por el barranco de Las Foyas. Antes de llegar al Estrecho de las Foyas, Elia se quejaba del calor y me decía que le sudaba hasta el bigote. Aproveché la circunstancia para explicarle el porqué de la necesidad de madrugar en este tiempo para ir al monte.
Pasado el estrecho de Las Foyas la situación cambió gracias a la brisa agradable que corría. Elia apreciaba la visión que tenía. Disfrutaba de como se empequeñecían las casetas de Buxé y Sabucar, a la vez que se quedaban en el fondo del valle mientras nosotros ascendíamos.
Mientras me comentaba, entre otras muchas cosas, una táctica infalible para cazar lagartijas sin que se les rompa la cola, le sorprendió un nevero que tapaba el camino. "¡No me lo puedo creer, estoy pisando nieve en verano!,...¡y de verdad!".
Tampoco pasó inadvertida la fuente. "Papá, ¿de dónde sale el agua?". Se quedó bastante pensativa al comentarle que salía ahí mismo. Seguía absorta viendo los borbotones de agua que salían del suelo y lo fría que estaba.
Mientras seguía contándome cosas sin parar de hablar se topó con el ibón de Lacherito. Su primera reacción fue callarse y empezar a mover su mano arriba y abajo para finalmente decir: "¡jodo!".
Avanzaba despacio por el borde del ibón sin quitarle los ojos de encima y ya pudo ir completando frases como: " yo nunca había visto un ibón", " no pensaba que fuese tan grande", "parece el mar metido dentro del monte, con olas y todo",...
Mientras comíamos, le pregunté que cómo se esperaba que fuera el ibón en cuanto al tamaño y tras un momento de titubeo me dijo: "como una furgoneta". Entendí entonces su sorpresa al verlo por primera vez.
Antes de despedirse del ibón, vimos como llegaban nuestros clientes asturianos del Grupo de Montañeros Vetusta (Jesús, MJ, Rosa, Luis, Sofía y Pilar) que han aprovechado muy bien su estancia llegando a acumular alrededor de 8000 metros por nuestros montes.
En la bajada, cuando no había que extremar las precauciones por la pendiente, como siempre, la carrera era la principal baza para llegar a ver los Titiriteros de Binefar que actuaban en Hecho en el PIR.
Después de disfrutar los dos de la actuación de los Titiriteros, Elia se hacía la remolona para ir a casa y aún vimos la actuación del grupo Pont d´Arcalís mientras alucinábamos de lo bien que bailaba una pareja en la plaza. Una barita mágica puso fin a un día largo pero espectacular donde los dos hemos disfrutado del monte y de la fiesta.