El pasado sábado 30 de julio salí con la intención de recorrer el antiguo camino de la Petriza de Alano. Hacía muchos años que no pasaba por allí y tenía ganas de volver a hacerlo.
Me subí con el coche por la pista de Tachera hasta las parideras de Mazandú con la correspondiente autorización del Ayuntamiento de Ansó para poder circular por ella. De esta forma me ahorraba media hora de camino mas o menos.
La mañana no estaba calurosa, lo cual me vino bien ya que no había madrugado mucho. El hecho de ir solo también iba a favor ya que tenía menos posibilidades de entretenerme.
Fui directo al objetivo y no bajé a la caseta de
Alano para no perder demasiada altura. De esta forma trampeé hasta llegar a la terraza donde pasa el camino. Poco se marca, por allí no pasa nadie hace mucho tiempo pero se intuye e incluso se localiza por tramos.
Siempre recuerdo la primera vez que pasé por allí. Venía de
Archibú hacia
Alano y no acerté a pillar el camino que seguramente se notaba mucho mas que ahora. Me metí en un "embolau" serio del que siempre me acuerdo y del que no fue fácil salir para rectificar el error. Por supuesto no dije nada en casa hasta mucho tiempo después, no fuera a ser que no me dejaran salir solo por el monte...
La soledad por estos tramos, solo compartida con sarrios, buitres y marmotas resulta tan sobrecogedora como las vistas que se van observando.
Peñaforca, el
Valle de Reclusa, la
Sierra de los Cuellos de Lenito, la
Collada de Archibú, la
Punta Samar, el
Pueyo Segarra.
Y ya dando vistas al
Veral el
Barranco Marcón, los cerros de
Baquera y
Maidoguí, y todo el cordal que nos separa con
Navarra entre
Calveira,
Idoya y
Gudía. Estando allí observaba la caseta de la
Petriza y me tentó bajar a ver como estaba. Su estado era mas que aceptable, cuidada por afuera con placa solar y batería incluida y limpia por dentro, así da gusto.
Volví a remontar hasta el cordal para subir por él hasta
Alano. Por este tramo ya se veía más uso y algún que otro mojón indicaba paso algo más habitual de gente. Poco a poco la subida se va encajonando hasta terminar en unas chimeneas sencillas.
Al llegar arriba, la tentación de acercarme hasta la punta de la
Ralla de Alano pudo conmigo. Otra atalaya desde donde visualizar el camino recorrido y el entorno que me rodeaba. Aunque en la mayoría de los mapas esta cima aparece con otros nombres, los locales la conocemos como la
Ralla de Alano, de siempre y sin titubeos. La toponimia local es un bien patrimonial que se debería respetar, al menos por las instituciones oficiales. No siempre es así y en
Ansó tenemos claros ejemplos de esta actitud irrespetuosa e irresponsable. Por suerte, en los últimos mapas de
Editorial Alpina, tras un gran esfuerzo por su parte, de recopilar, respetar y valorar ese patrimonio, se han corregido gran cantidad de errores contando y dando valor a la información de los locales siguiendo las pautas de la
Ley de Patrimonio, dando una lección de responsabilidad e interés por hacer las cosas bien a las instituciones públicas que también deberían hacerlo.
Desde allí, y dando un paseo, fui a buscar el
Achar de Alano para bajar al coche. El placentero puerto de
Alano permite estas posibilidades sin esfuerzos.
Una mañana bien aprovechada por una de las zonas mas poco transitadas en el entorno de Alano y Peñaforca. Seguramente no volverá a pasar tanto tiempo para que vuelva por el camino de la Petriza de Alano.
Track del recorrido