Este año el protagonista, sin duda, ha sido el calor. Tanto es así, que con los asistentes a las jornadas no dudamos ni un segundo en alterar el horario programado permitiendo así la mayor frescura posible en los recorridos previstos al aire libre.
De esta forma, el sábado salimos a primera hora, sin ver el herbario, a realizar el recorrido previsto para esa mañana. Unos buenos tramos de sombra en el camino y el buen horario matutino ayudaron a cumplir los objetivos.
Multitud de plantas, usos y curiosidades aparecían sin cesar a lo largo del recorrido. Como siempre Constancio la goza trasmitiendo información.
Detalles, curiosidades y el entorno formaban parte de las jornadas donde la mañana avanzaba casi sin darnos cuenta.
Para cuando el calor quiso apretar, nos refugiamos en el Camping de Ansó donde también disfrutamos de una buena comida antes de arrancar con las actividades vespertinas.
Un taller de árnica con el preparado de una crema y en la que cada asistente se llevó su correspondiente muestra, como todos los años, pusieron la guinda a un sinfín de aclaraciones y resolución de dudas que, como siempre, Pedro, de "Maiveral, Velas y Jabones de Ansó", resolvió con soltura.
Unas diapositivas en las que las plantas se clasificaban por grupos interesantes y comentadas por Constancio pusieron fin al primero de los días de las jornadas de este año.
El domingo amaneció también caluroso, y de nuevo alteramos el orden de las actividades para evitar el calor del mediodía en el paseo. Tras unas breves aclaraciones en el herbario y una pequeña muestra de material nos fuimos pitando para disfrutar de la segunda salida de estas jornadas.
Otro día de disfrute escuchando las posibilidades que nos ofrece la naturaleza y aprendiendo de todo lo que nos rodea bien guiados, como siempre, por Constancio que no escatima esfuerzos en contarnos multitud de cosas y repetir siempre que sea necesario hasta que todo quede bien claro.
Una asistencia más escasa que en otras ocasiones, con una horquilla que osciló entre 12 y 18 personas, según momentos y actividades, permitió un mayor aprovechamiento de las jornadas en donde todos aprendimos de todos, y un ambiente relajado ayudó a un intercambio de información intenso.
Una tertulia a la sombra y de lo más entretenida, nos llevó de la realidad a las leyendas y creencias, pasando por los mitos y costumbres que siempre han formado parte del entorno natural en el que nos encontramos y que, como se sigue demostrando, son de lo más actual aunque parezca que se hayan quedado en el olvido.
¡Muchas gracias Constancio y Pedro por enseñarnos tantas cosas a cambio de nada.!