jueves, 13 de agosto de 2020

Ibones de Estanés y Orná, Ansó

 El pasado domingo, con un tiempo tormentoso y pesado, decidí irme a Estanés. Ya hacía tiempo que quería ver como había quedado el paso equipado por el Club de Montaña Linza de Ansó, hace ya unos tres años mas o menos, y no había encontrado el momento.




Muy poca gente por la mañana en Aguatuerta, lo que me permitió disfrutar de la zona como si no fuera agosto. Sabía que una vez pasada la Fuente de la Graba en la val del mismo nombre era muy improbable que me encontrara con gente hasta Estanés.




Se trataba de subir por un camino totalmente en desuso y que recordaba que me habían subido por allí de niño. Aquel recorrido para subir a Estanés era entonces más usado, principalmente por militares de maniobras. Lo único que recordaba es que había un paso con una trepada en la que, en la ocasión en que me llevaron por allí, tuvimos que ayudar al perro que llevábamos para superarlo. 




Como he comentado, hace unos tres años (creo) el Club de Montaña Linza de Ansó equipó el paso con unos hierros a modo de clavijas para mejorar su uso. No había podido ir a verlo todavía y tenía ganas.




En A Fuen d´Graba, hay que dejar el camino principal y remontarse a una gran terraza que se localiza entre las puntas que cierran el ibón por el norte y el descenso hacia la Espelunguera por el Paso de Escalé. Es un terreno kárstico que obliga a buscar intuitivamente la mejor linea de subida. Terminada la amplia terraza, una ladera pendiente y con abundante hierba larga, obliga a extremar las precauciones y  nos lleva a la zingla en la que se encuentra el paso equipado con algún que otro mojón grande como referencia.




A partir de allí, más mojones y algún resto de traza, nos lleva casi por curva de nivel hasta el Ibón de Estanés.


Una vez allí, pensé que si bajaba por As Cabretas, me encontraría con toda la gente que subiera en un habitual domingo de Agosto. No me apetecía mucho después de la tranquilidad de la que estaba disfrutando en la mañana. Así que después de un rápido pero buen baño, decidí acercarme hasta el Ibón de Orná y descender hacia la Fontaza con la casi seguridad de mantener la soledad otro rato más.




Así fue, me acerque hasta las inmediaciones del Ibón de Orná en solitario y descendí hacia él como había pensado. El pequeño ibón ansotano contrasta con las dimensiones del también ansotano Estanés, y mas en un verano tan seco como este, pero el entorno que le rodea completa de buena manera la diferencia de las dimensiones de la lámina de agua.




Las nubes engordaban a buen ritmo a la vez que se oscurecían. Unas cuantas gotas me hicieron pensar que la "chopicera" de agua la tenía garantizada, pero misteriosamente así como engordaron las nubes el cielo se volvió a aclarar y me permitió disfrutar de la visita a la caseta de la Fontaza




Pese al abandono y a sus 85 años todavía está en pie. Cuesta entender que siendo el único refugio que existe entre el Achar de Aguatuerta y Candanchú, junto al concurrido GR11, nadie haga nada por echarle una mano y evitar su continuo deterioro. Sera soñar si pensamos en celebrar su centenario con un refugio arreglado, ... 15 años tenemos para pasar a la acción, por tiempo no será y si hubiese interés, los ansotanos volveríamos a estar orgullosos de él.
 

Una vez en Aguatuerta y con los nubarrones creciendo otra vez, volví a la realidad de un domingo de Agosto conforme llegaba al Achar de Aguatuerta. Pero hasta ese momento disfruté de la soledad de la montaña como si fuesen otras fechas, y eso en uno de los lugares más concurridos del Parque Natural de los Valles Occidentales.




Track del recorrido