sábado, 10 de marzo de 2012

Les Forges d´Abel-Collado de Acué-Aguatuerta-Escalé

Ayer nos juntamos en Candanchú, Fran, Iñaki, Pablo, Alfonso, Anchel y yo. No teníamos muy claro lo que íbamos a hacer y había varias opciones. Finalmente partimos de Les Forges d´Abel hacia la Espelunguera.


Llegamos con el coche hasta la central, y nos calzamos los esquís, ¡que contentos!...Pronto nos los tenemos que quitar y comenzar una porteada en dirección a la cabaña de Grosse. LLegamos con los esquís en la mochila, prácticamente hasta donde damos vista a la cabaña.



.Ya tenemos a la vista el collado de Acué, y hacia él nos dirigimos, unos por el fondo de valle y, Pablo y Anchel, prefieren abrir su propia huella. Avanzamos sobre una capa de nieve polvo producida por las últimas y ligeras nevadas.



El viento ha sido protagonista en los días pasados, y al acercarnos al collado se va dejando notar. En la porteada del bosque hemos pasado calor, pero ahora nos preparamos para salir al collado añadiendo ropa al cuerpo.




Vistazo rápido para todos los lados desde el collado y quitamos pieles para buscar un resguardo y echar algo al cuerpo.



Habíamos comentado la posibilidad de ir por Arlet, e incluso completar una travesía hasta Linza por Petrachema, pero al ver Aguaterta tan blanco, optamos por bajar directamente al valle y disfrutar de la nieve polvo en estas laderas,... ¡allá vamos!




Bajamos y bajamos, gozamos tanto, que nos nos preocupamos de buscar la mejor forma de llegar al valle, hasta que, como suele pasar en estos casos, nos quedamos colgados,...¡que majo!



Después de quitarnos los esquís, para salvar un par de barraqueras, retomamos la bajada y sin darnos cuenta estamos abajo.




Trás cruzar la Val d´Aguatuerta empezamos a pensar en dos posibilidades, subir a Estanés y bajar a Sansanet, o bajar directamente por el Escalé.



Como con la tripa llena la cabeza funciona mejor, decidimos echar otro bocado en una tasca libre de nieve, y observando las dos opciones de cerca.



Al final la mitad de la expedición irá por un lado y la otra mitad por el otro. Iñaki, Fran y Anchel se van hacia Estanés y Alfonso, Pablo y yo cogemos la opción del Escalé.




Entramos al laberinto de fagarras y nos lo pasamos como niños. Hemos elegido el dia perfecto y la nieve ideal para hacerlo. Aunque Alfonso nos aclara el porqué de su especial habilidad para sortear las fagarras, se trata de dejar la bota bién escurruchada antes de empezar...fuera de bromas, resulta impactante ver la habilidad con la que sortea los numerosos obstáculos.




Bajamos, como siempre, hasta donde no se puede más, aunque eso se traduzca en tener que remontar a pie para salir de un atolladero, ....da igual, la cosa es apurar la nieve,....¡lo blanco se esquía!. En unas pocas curvas de camino llegamos al coche, y tras funcionar la logística, todos nos echamos unas cervezas en Candanchú.



Comentamos el disfrute de cada uno, nosotros contentos de haber esquivado todas la hayas, y el otro grupo, parece que se queda con las sensaciones vividas tras haber cruzado entero el ibón de Estanés.
¡¡Hasta pronto cuadrilla!!