lunes, 22 de octubre de 2018

XIV Marcha Senderista Otoño Valle de Ansó

Ayer domingo se celebró la XIV Marcha Senderista Otoño Valle de Ansó. Meteorologicamente hablando el día no pudo ser mejor. Temperatura suave y sol fueron los complementos perfectos para la celebración del evento.




Desde por la mañana en Ansó se respiraba un ambiente optimista. La afluencia de casi 260 personas dispuestas a disfrutar de nuestros montes creaban esta situación.




En el arranque del camino, grandes y pequeños esperaban su turno, como si de un atasco se tratara, pero con la diferencia a favor del ambiente descrito. Poco a poco todo se fue solucionando y el propio terreno iba colocando a cada uno en su sitio.




Con Elia no habíamos decidido de antemano que recorrido hacer. Era un día para pasarlo bien y disfrutar sin objetivos fijados. Yo le había comentado que esta vez el recorrido largo, era largo de verdad y ya habíamos quedado en que todo se iría solucionando sobre la marcha. Al llegar al avituallamiento donde los recorridos se separan, y después del tentempié no hubo dudas y continuamos hacia el recorrido largo.




Continuamos subiendo hacia Calveira, por su cerro pelado, disfrutando de las vistas que teníamos del valle.



Una vez pasado el cerro, poco a poco la pendiente se suavizaba y todo resultaba más relajado y la conversación con unos y con otros era más llevadera.




En la parte más alta del cerro de "Os Ordiales" había que decidir si comenzar a bajar o culminar la caminata con el ascenso a la Punta Forato. Esta vez el consenso entre Elia y su amigo Martín permitió tomar la decisión de llegar hasta el final y completar totalmente el recorrido largo.




Mientras subíamos a Forato nos empezamos a cruzar con gente que ya bajaba de la punta. Nos entretuvimos lo justo para no perder demasiado tiempo ya que todavía había que llegar y además quedaba un buen trecho para terminar la caminata.




Después de disfrutar de las vistas que ofrece la punta y la alegría por haber llegado tan cómodamente, las carreras en la bajada se iban sucediendo. De esta forma pronto llegamos al segundo avituallamiento donde Elia y Martín encontraron el chorizo que tanto esperaban.




La bajada hacia Ansó por el camino viejo, que discurre por el fondo de valle y que une Ansó y Zuriza, resultó entretenido. Cruzando los barrancos de Zordoquí y Turieta nos fuimos acercando entre sombras que  permitían no pasar demasiado calor. Una pequeña remontada desde Zaburría nos permitió llegar a Ansó de una forma diferente.




Las migas, preparadas para la comida, y el resto de viandas pusieron el colofón a una Marcha Senderista extraordinaria, por el tiempo, por el entorno, por el ambiente, por la masiva afluencia, por el voluntariado y sobre todo por una organización perfecta llevada a cabo por el Club de Montaña Linza. Obligada es la felicitación para todos los que hacen posible que tanta gente disfrutemos de esta manera. 












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