El primer fin de semana de septiembre fue el elegido para retomar el reconocimiento de mugas interrumpido por la pandemia casi pasada.
Así, el pasado domingo 4 de septiembre nos desplazamos desde Ansó hasta La Mina de Guarrinza para celebrar este evento más de 20 personas.
Pasados, parece definitivamente, los calorazos del verano arrancamos sin prisa hacia el puerto de "As Foyas" para realizar el reconocimiento de la muga 275.
Algunos dudamos de poner el pantalón corto o ir con el largo. Al llegar al collado de la muga, alguno de los que habíamos optado por el corto, volvimos a poner el largo debido al viento fresco que esta vez llegaba del sur.
Desde la posición donde nos encontrábamos podíamos ver a casi toda la gente. Sabíamos de una persona que tenía localizada la cruz. Cuando le avistamos desde la altura y vimos hacia donde se dirigía resolvimos la duda y nos encaminamos hacia el collado correcto.
El encuentro con los franceses fue tan grato como siempre. Nos saludamos, reímos, disfrutamos de las vistas hacia un lado y otro de la frontera y tras las formalidades oficiales del papeleo, almorzamos de buena gana.
Unas "cantarulas" pusieron fin al encuentro como es habitual. Esta vez los franceses venían preparados (yo creo) y en eso de cantar nos dieron un buen repaso. Aunque al final cantamos todos juntos alguna canción habitual y todo se disimuló un poco.