Pero para iniciar el nuevo año, decidimos disfrutar también del interior de Cantabria, Santillana del Mar, Cabezón de la Sal, Cicera,... Entre muchas otras cosas disfruté del Monte Corona en Cabezón de la Sal. Una plantación de secuoyas de principio del siglo pasado y que rondando los 100 años disponen de un porte que empieza a ser considerable.
Por la tarde nos acercamos a Cicera, un pequeña localidad de Peñarrubia donde se disfruta del ambiente rural cántabro. En sus cercanías está la Ermita de Santa Catalina donde dejamos el coche para dirigirnos por la Senda Mitológica del Monte Hozarco.
Allí disfrutamos de un atardecer de cuento en un bosque precioso. Además de las hayas y los robles, el camino está salpicado de criaturas fantásticas. Unas son mejores y otras peores según nos indican los paneles informativos que hay junto a ellas.
Los paneles nos dicen como se llama cada una y nos da una descripción de como son y cuales son sus actitudes frente a los demás.
Tras un recorrido entretenido en busca de los seres mitológicos, llegamos a la parte más alta del monte donde disfrutamos de las vistas hacia el Desfiladero de la Hermida y los Picos de Europa desde un precioso balcón conocido como el Mirador de Santa Catalina.
La primera puesta de sol del año 2020 resultó espectacular. Y ya en penumbra, tocaba volver por el mágico bosque donde las criaturas que lo habitan nos despedían a su manera.
Un buen lugar para pasar cualquier día del año. Nosotros lo empezamos con el listón muy alto, ... habrá que seguir disfrutándolo de la misma manera.