El pasado domingo 17 me tocó madrugar en casa. Aprovechando esta situación, y con un poco de cuento, me liberé de forma que me dio tiempo a darme un paseo a mi marcha. Partí hacia Guarrinza con la intención de acercarme al Ibón de Lacherito.
A poco mas de las nueve de la mañana me ponía en marcha en plena ola de calor. Me llevé agua abundante y sin pérdida de tiempo empecé a caminar hacia el
Ibón de Lacherito por la ruta habitual. al ir ganando altura la visión del monte cambia y el espectáculo empieza como cada vez que uno pasa por allí, es algo que nunca cansa.
Poca gente había cuando llegué al ibón. Lo pasé de largo remontando hacia la divisoria con
Francia. Desde allí la vista también descubre nuevos alicientes, el propio
Ibón de Lacherito visto desde las alturas, lo mismo que el
Lac d´Ansabere y todo el
Valle de Lescun y su cabecera espectacular formada por
Petrachema y la
Mesa de los Tres Reyes.
Como iba bien de hora, bajé hasta el pequeño lago con la intención ya formada de volver por la
Collada Anzaba. Así conocemos en
Ansó al collado que limita con
Francia la cabecera del
Valle de Lacherito.
El tiempo seco me permitió cruzar las laderas empinadas herbosas sin descender hasta prácticamente las
Cabañas de Ansabere por donde habitualmente pasan las ovejas francesas sin problemas. La pendiente y la humedad habitual en la zona no permiten pasar tan cómodamente por estos tramos como esta vez.
Antes de remontar a la
Collada Anzaba, las vistas de las
Agujas de Ansabere y del
Valle de Lescun son para no perdérselas.
De vuelta a los montes ansotanos no resulta difícil localizar el dolmen y túmulo de
Lacherito desde las alturas. Una gran losa en el centro de un montón de piedras llaman la atención al más pintado. Ya elegían bien los lugares de descanso eterno nuestros ancestros prehistóricos.
Aún me dio tiempo a un chapuzón bien refrescante en uno de los pozos frescos y bien frescos del barranco. Entrar y salir sienta bien siempre con los calores que estamos pasando.
Después de la refrescadeta, rápidamente me planté en el coche antes de que apretara el calor de verdad. Una cerveza también fresca en el Camping de Oza completaron la mañana antes de llegar a casa a comer de buena gana.
Track del recorrido