jueves, 25 de abril de 2024

Sendero circular a los Mallos de Riglos

 El pasado 27 de enero aprovechando la bonanza meteorológica decidimos con Elena bajarnos a pasar la mañana a Riglos, eso nos permitiría disfrutar en manga corta en pleno invierno.




Salimos de Ansó sin madrugar en exceso en otro buen día como nos estaba deparando el invierno. Un poco de frescor matinal, mas de primavera que de pleno invierno, era lo que teníamos cuando llegamos a Riglos.




Enseguida empezamos a disfrutar del sol y de la amplitud de las vistas que ofrece el prepirineo a poco que te elevas por sus sierras.




Tener tan cerca las moles de los Mallos de Riglos no deja indiferente a nadie. Aprovechamos los miradores naturales que ofrece este escarpado terreno para observar el cauce del Gállego y los pueblos de Riglos y Murillo desde las alturas.




El recorrido está señalizado y resulta sencillo seguirlo. Incluso cuando falta señalización "oficial" aparece la extraoficial para no perdernos ni un detalle por la zona.




No deja de llamar la atención que en los espacios protegidos de Aragón existan tantas diferencias en su gestión, incluso dentro de una misma provincia, y que todo ello dependa del capricho de una o unas pocas personas a que se les supone una responsabilidad.




Una mañana bien aprovechada, disfrutando en un entorno precioso, con una climatología que nos sabemos lo que nos traerá, pero que la disfrutamos de la mejor manera posible.

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