El pasado 24 de julio nos fuimos con Elia al valle vecino. Tenía ganas de subir por Peña Calva hacia el Cerro de Acher para descubrir un camino del que había oído hablar pero por el que no había transitado. Para ello tenía que cruzar el Barranco Espata y remontar por el cerro boscoso buscándolo.
Íbamos mentalizados en que nos iba a tocar subir "a la aventura", pero nos llevamos una buena sorpresa al ver el camino señalizado. Nos quitó un poco de aliciente al día, pero por otro lado resultó de lo más cómodo, ya que la señalización es abundante y no deja mucho margen a la duda.
El camino está poco transitado pero resulta espectacular, tanto por dentro del bosque, como cuando ya sales de él y aparecen las vistas hacia
Aguas y
Lenito.
La abundante hierba que hay en el monte no resulta cómoda para caminar, pero da gusto ver los puertos así, gracias a las buenas y generosas lluvias del pasado junio.
También merece la pena echar un vistazo a los balcones que forman las
Peñas del Solano de Lo Jardín, donde la hierba fina y los colores rojizos de la roca forman un cuadro especial y espectacular a la vez.
En la fuente de la caseta de
Acher repostamos agua antes de iniciar el descenso por el camino habitual al
Castillo de Acher disfrutando también de las vistas de las
Rallas de la Costatiza y del propio
Castillo de Acher.
Con la mirada puesta en
Oza, bajamos sin perder tiempo entre abetos y hayas.
Una excursión rápida que, aunque no fue necesaria la incertidumbre de localizar el camino hasta Peña Calva, compensó con creces el recorrer un tramo nuevo y limpio de camino recuperado desconocido para los dos. Toda una suerte poder disfrutar de senderos por bosque aunque tengamos que desplazarnos de nuestro valle para ello.
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