domingo, 16 de julio de 2017

Ansó-Zuriza-Belabarce en BTT

Ayer sábado hacía calor en Ansó, pero disponía de algo de tiempo por la tarde antes de las cenas en casa. La bici parecía una buena solución para pasar la tarde, así que le dí un poco de aire a las ruedas y salí con la intención de dar una vuelta.




Subiendo por la carretera, valle arriba hacia Zuriza, se notaba que estábamos en pleno julio y el tráfico te hacía estar pendiente del trazado en cada momento. Aún así, y una vez pasado el puente del Barranco Marcón que es donde la carretera se solapa hasta Zuriza con el camino viejo, las sombras y el paisaje invitan a evadirse.




La llegada a Zuriza siempre es gratificante, pero más aún cuando un quebrantahuesos sale a recibirte. El cierzo que soplaba no molestaba y ayudaba a mitigar el calor, además de permitir disfrutar de un cielo azul impresionante.




Una vez en Zuriza tomé el GR en dirección a Belabarce y así disfrutar de una bajada espectacular por un bosque precioso.




El camino, limpio y sin piedras, parece hecho para la bici. Tanto es así que invita a soltar el freno. Un par de toques de ramas en el casco y un momento de canguelo, salvando de casualidad un buen estacazo, me hicieron volver a la realidad de mi discreta pericia con la bici y continuar más despacio en el tramo de bajada hasta el llano de Belabarce.




En el tramo del llano de Belabarce unos subes y bajas rompen un poco la continuidad de la bajada. Algunas raíces mezcladas con piedras y árboles caídos hicieron que tuviese que echar el pie a tierra en algún momento puntual, cosa que no había ocurrido en la bajada anterior, en donde fastidiaba, y no poco, hasta parar para echar alguna foto.




Al final del llano de Belabarce abandoné el GR para salir a la carretera y remontar, cómodamente por ella, la vuelta hasta Zuriza.




En el llano de Belabarce el cierzo se dejaba notar y resultaba incómodo, hasta el punto de que se me hizo más llevadero el tramo de rampas hasta Zuriza que la parte plana.




En la Collada de Agribiela cogí de nuevo el GR para bajar a Zuriza y disfrutar de otro tramo de camino antes de pillar definitivamente la carretera para bajar hasta Ansó.


Un buen trago de agua en la Fuente Pierra y un baño solitario, tardío y reparador en el Pozo Mancho, con decoración incluida, completaron una entretenida tarde de verano en Ansó.











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