domingo, 17 de febrero de 2019

Circular desde Oza con esquís de travesía. Collada Anzotiello-Quimboa Alto-Collada Petraficha

"Hoy domingo se ha encontrado un móvil en la zona de Estriviella, bajo el tubo de descenso  entre Lenito y Peñaforca. Su estado no es bueno, pero las tarjetas quizá puedan recuperarse. Os podéis poner en contacto con nosotros para recuperarlo"


Ayer sábado nos juntamos Pablo, Jaime y el que escribe para dar una vuelta con los esquís. Pablo ya se ha recorrido todo los rincones por la cabecera de nuestro valle, así que decidimos pasar a Oza e iniciar un paseo desde allí.




Cuando llegamos a Oza ya quedaba poco sitio para aparcar, pero nada que ver con lo que vimos al volver. Está claro que, tras un invierno que le ha costado llegar, la gente tiene ganas de nieve y más con un tiempo como el que está haciendo.




Después de pasar la fría umbría del tramo de carretera que une Oza con Guarrinza, el sol que nos daba en las rampas del Sabucar nos fue calentando poco a poco.




El monte está espectacular y aunque vimos a gente, pocos eran los que llevaban nuestra trayectoria. Un par de esquiadores nos juntamos con la intención de hacer la misma vuelta que nosotros, justo en donde tuvimos que negociar el paso de una de las barranqueras que baja de Petraficha.




Adentrándonos por el extenso Valle de Lacherito, poco a poco fuimos entrando hacia Anzotiello por grandes vaguadas repletas de nieve.




En estos tramos volvimos a coincidir con los que llevaban la misma ruta que nosotros. Poco a poco íbamos avanzando hacia la Collada de Anzotiello, encontrando en estos tramos una nieve polvo alucinante.




Pasando la Collada de Anzotiello buscamos la cara mas amable para subir a Quimboa Alto. El cerro estaba bastante pelado, incluso en un tramo nos vimos obligados a descalzar los esquís y luego cada uno de los tres optó por subir como quiso.





En la parte más alta, la nieve permitía volver a calzar los esquís sin las cuchillas que habíamos utilizado para un corto tramo de subida y las vistas cada vez eran más y mejores.




Tras la foto de rigor y de echar algo de fruta y chocolate al cuerpo, fuimos en busca de la Collada Petraficha teniendo cuidado de no pasarnos el punto desde donde trazar una diagonal y no perder altura, de forma que no se hiciera necesario poner pieles para remontar.




A partir de allí solo quedaba dejarse caer. Pero con la intención de esquiar la ladera del Sabucar completa, fuimos trazando unas diagonales altas que incluso en algún caso nos hizo remontar en escalera alguna que otra barranquera y como resultado obtuvimos una buena recompensa.




Casi cuatrocientos metros de palas al sol con nieve primavera que se dejaba esquiar aunque no se supiera. Todo un festín de giros y sonrisas que bien merecieron las largas diagonales y las pequeñas remontadas que hicimos en los tramos anteriores.




Toda una gozada en buena compañía, con un buen día y muy buena nieve...



...¿que más se puede pedir?









miércoles, 13 de febrero de 2019

Mesa de Los Tres Reyes y pico Tabla desde Linza con esquís. Ansó

Ayer quedamos Pablo y yo para ir a esquiar. Hacía días que no nos juntábamos, es más desde diciembre del año pasado no habíamos salido juntos por unos motivos u otros. Pero el día prometía, una capa de nieve reciente tapaba la nieve acanalada de los últimos días y el sol brillaba a tope con una previsión también favorable.




Subimos hasta Linza y como es habitual no teníamos muy claro donde acudir esta vez, en lo que enseguida nos pusimos de acuerdo es salir por el Sobrante buscando el sol en lugar de meternos por el bosque y la umbría del Barcal de Linza.




No éramos solos los que se encontraban al sol a esas horas y aunque los sarrios suelen salir pitando cuando alguien se acerca, estos se hacían el remolón en la huída cuando Pablo se les acercaba.




Al ir remontando y ver la Mesa de los Tres Reyes decidimos dirigirnos hacia ella. No solemos acudir a este pico tanto como a otros y esta vez decidimos acercarnos, además estaba la posibilidad de enlazar la bajada con La Paquiza para completar un buen descenso hacia Linza.




La capa de nieve reciente, aunque no era gruesa, nos daba sus avisos para tener en cuenta si en mas altura se hacía más gruesa, pero por el terreno que nos estábamos moviendo en esos momentos no teníamos problemas.




La Mesa estaba impresionante, e incluso vimos la posibilidad de bajar con los esquís desde la misma punta, algo que no había podido hacer nunca, así que nos echamos los esquís a la mochila y los subimos por si era posible.




Una vez arriba descartamos enseguida la posibilidad de bajar desde allí. La nieve reciente no nos daba la confianza suficiente y tras la habitual foto de cima decidimos cambiar de plan y destrepando, acercarnos a La Tabla, pico contiguo a la Mesa de los Tres Reyes.




Un destrepe entretenido, con ambiente y probando un nuevo piolet (¡¡gracias Jose, el piolet está en forma, como un chaval!!) nos puso en un paso espectacular, como todo lo que nos rodeaba.




La sencilla subida a La Tabla con nieve helada nos proporcionó más y mejores vistas hacia todos los lados, incluso del destrepe tan entretenido que habíamos hecho.




Pasamos a los esquís con algo de retraso debido al cambio de planes en la punta de la Mesa de los Tres Reyes, pero lo que venía ahora también era disfrute.




El descenso hasta La Hoya del Portillo de Larra fue de lo más placentero, pero veíamos que la nieve iba transformando y, de nuevo, con lo que veíamos, decidimos abandonar la opción de romper la cornisa de La Paquiza. Su orientación y el sol que llevaba dándole desde la primera hora de la mañana, unido a que la hora del día avanzaba sin remedio fueron determinantes para la decisión tomada.




Remontamos hasta el Collado de Linzola para buscar el descenso más seguro y seguimos disfrutando de la nieve de las suaves lomas del Sobrante de Linza que estaban como pocas veces.



Un día espectacular, entretenido, con toma de decisiones, una buena compañía y una buena cerveza en el Refugio de Linza, sin salir de casa, redondearon una buena jornada de esquí-alpinismo.