La cosa no se veía muy segura, pero no era mal momento para grabar el track de alguno de los recorridos de la Marcha Senderista de este año prevista para el 22 de octubre próximo. Como siempre, antes de que llegue la fecha del evento, el Club de Montaña Linza, empieza con la organización de la prueba para que, al menos, lo que no hay que improvisar, esté controlado.
Cuando llegué a la Ermita de Puyeta, que es hasta donde llega el recorrido corto, decidí arriesgar y hacer el largo. Tenía el tiempo justo, pero si apretaba un poco me daba tiempo de hacerlo y si la suerte no fallaba no me mojaría.
Desde la Collada Repatauda iba dejando atrás la Ermita de Puyeta y cambiando de vertiente tenía una suave bajada hasta Fago. En ese descenso suave y tranquilo, y cuando más relajado estaba me llevé un buen susto al torcerme un tobillo en un mal paso. No me atrevía ni a parar y poco a poco fui probando a apoyarlo cada vez más fuerte y, pese al miedo que llevaba, la cosa mejoró.
Tras unos cuantos trotes comprobé que el tobillo respondía y sin darme cuenta me planté en Fago. Después de llegar a la Ermita de San Cristobal aún me dio tiempo a dar una vuelta por las calles y echar unas cuantas fotos.
Después de la rápida visita a Fago, aun quedaba la vuelta hacia Ansó, así que no había tiempo que perder.
Pille el GR en dirección a Ansó y desde la Loma Escalerilla me eché por el Barranco de Ezpelá hacia casa.
Justo cuando llegaba se encendían las luces de las calles y ya había completado el track del recorrido largo y sin mojarme. Tarde bien aprovechada en un sábado que no tenía ninguna buena pinta de cara a salidas por el monte.
El domingo también amaneció gris pero sin lluvia. Solo me quedaba grabar el track del recorrido corto y completaría una pequeña aportación al club para la marcha de este año, así que, sin demora, salí hacia Puyeta un rato antes de comer.
Igual que el día anterior, la suave temperatura, unida a la humedad reinante, hacía que el sudor empapara la camiseta de forma que no resultara agradable pararse para disfrutar de las vistas. Aún así resultaba tentador y se podía perder un poco de tiempo.
Mientras que el ascenso se realiza por el Barranco de Usarna, la bajada se hace por el de Ezpelá, completando una circular sencilla junto al pueblo que, sin duda, va a mejorar en colorido para las fechas de la Marcha Senderista por el lógico avance del otoño y eso que ya empieza a notarse algo su llegada.
Un precioso tramo de bosque de cuento por el Paco de Ezpelá me llevó hasta la antigua tejería antes de llegar a casa para comer. Otro recorrido para tener en cuenta en cualquier ocasión.
Toda la información sobre la XIII Marcha Senderista Otoño Valle de Ansó, (recorridos, avituallamientos, inscripciones,...) se puede consultar en el siguiente enlace:
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