Esta vez, dejamos el coche en el puente que cruza el río Veral, debajo del pueblo de Santa Lucia. Allí cogemos el camino que se dirige a Peña Melera. Conforme ganamos altura, vamos teniendo buenas vistas de Santa Lucia.
El camino al principio esta limpio, y después se deja seguir bastante bien. Ascendemos por un cerro que en los mapas lo denominan loma Puyarraso, pero que, en conversación con cazadores chesos, deduzco que se trata del Solano Meio.
Las lomas se suceden y continuamos ganando altura. Llegando a la parte más alta, nos llaman la atención unos cuantos chaparros de gran porte.
Una vez alcanzada la divisoria por la parte sur de la punta de Fórcala, observamos, hacia un lado la Borda Guallar, y hacia el otro, una espectacular vista de la Sierra de Los Ríos arropando al pueblo de Santa Lucia.
Descendemos hasta la Borda Guallar, para seguir una pista que nos llevará hasta las Saleras de Fórcala, situadas en el siguiente cerro, una vez pasada la borda. Por el camino observamos, debajo de la Borda de Guallar, la Borda Ubero, y al otro lado del valle, bien podríamos realizar una traza por el recorrido de la excursión realizada dos días antes.
Las saleras de Fórcala delimitan los términos entre Ansó y Hecho. Se trata de una gran plana con unas espectaculares vistas hacia la Canal de Berdún. Continuamos hacia la Collada de Alfama, adentrándonos en nuestro territorio y observando la zona conocida como La Ferrera. Pronto localizamos ente los pinos la Collada de Cornaval, allí pretendemos llegar.
¡¡¡Que encepada!!!,... pasada la collada boscosa de Alfama, no seguimos el camino y nos vemos rodeados de pinos, carrascas, bojes, chinebros, chaparros y aliagas. Cruzamos lo que creemos que es la loma Benavides, y volvemos a enceparnos al intentar localizar la fuente Benavides. Todavía podemos disfrutar de las vistas hacia la Canal de Berdún, ... siempre hay que ser positivo...
Como podemos, pasamos los dos barrancos que nos separan de la collada Cornaval. Salimos, no sin dificultades, a la pista de Fórcala y decidimos comer un poco en la collada Cornaval.
Comentamos la jugada, mientras Pablo, junto a su inseparable lata de sardinas, se lleva la mano a la cabeza,.... la que hemos liado....
Con el estómago lleno, las cosas se ven de distinta manera, nos ponemos en marcha en dirección a la borda Basteré. Ahora retomamos el camino cómodo, y las cosas cambian. Avanzamos rápidamente, echando los últimos vistazos hacia la Canal de Berdún y observando a la vez la Borda Basteré.
Desde la Borda Basteré, vemos otra vez la Borda Guallar. Sin problemas, llegamos al cerro donde por la mañana la habíamos visto por primera vez. Solo nos queda bajar hasta el río, lo hacemos por el mismo camino de subida, para llegar al coche pasadas las cinco de la tarde.
Hemos completado otro día de sol a tope en Enero. Pese a la espectacular encepada, hemos disfrutado a lo grande, como siempre.
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