martes, 24 de junio de 2025

Peña Nevera y Paso del Portón

 El pasado día 17 de abril nos juntamos Peyo, Castán y yo para ir hacia el Macizo de Collarada. No teníamos nada claro que íbamos a hacer, pues las previsiones meteorológicas, aunque por la mañana daban mucho viento, iban a mejor a lo largo del día. Esta situación, unida a que Peyo había sacado el permiso para subir por la pista, no dejaban otra opción nada mas que ir hacia allí.



Salimos porteando con frío y viento una media hora, con visibilidad escasa, pero con la esperanza de que las previsiones se cumplieran.




Algo nos decía que el día iba a mejorar pero, por el momento, lo que los tres teníamos claro era que no podíamos salir de las vaguadas por que el aire se nos podía llevar volando por cualquier arista.




Después de un intento de observar el Valle de Acumuer desde el Collado de Marañan, volvimos al resguardo de la vaguada para saltar al altiplano de El Borreguil por donde tuvimos que descalzar los esquís.




Allí las cosas empezaron a cambiar para bien, no obstante aún persistía el viento, así que Castán (buen conocedor de la zona) nos propuso subir hasta el Paso del Portón, collado agreste, entre los dos Somolas, el alto y el bajo para seguir haciendo tiempo.




El ascenso, el collado, las vistas, el descenso y la nieve no pudieron ser mejores y la cosa pintaba tan bien que decidimos volver a poner pieles y encarar el ascenso hasta Peña Nevera.




Todo un acierto, el día mejoró, el viento amainó lo suficiente para seguir disfrutando más, si cabe. El ascenso hasta la punta lo hicimos por buena nieve, solo en la cúpula cimera aparecía algo de costra incómoda para el descenso, pero que finalmente se dejó esquiar. Lo blanco se esquía.




Vistas impresionantes de los alrededores nos dejaron con muy buen sabor de boca después de las dudas matutinas.


Un descenso tendido y entretenido nos acercaron hasta donde habíamos iniciado la actividad por la mañana. Risas y buen ambiente completaron una jornada para enmarcar. Lo celebramos comiendo juntos en Casa Pío de Castiello donde siguió el buen ambiente y las risas acompañadas de unas buenas viandas. 





lunes, 19 de mayo de 2025

Barranco La Loma con esquís de travesía. Hecho

 El pasado 15 de marzo quedamos con Peyo para ir a esquiar. La previsión hablaba de nubosidad abundante en la divisoria con tendencia a despejar conforme avanzase el día. Esas cosas, en nuestra zona quiere decir que no está nada claro si esa mejoría llegará o no.




Decidimos acercarnos hasta Guarrinza para ver si teníamos suerte y buscando el Barranco de La Loma, alejándonos todo lo posible de la divisoria, podíamos salvar el día. 




Cuando salimos de Ansó, el fondo de valle era casi mejor no mirarlo. Al llegar a la Escarroneta (alto entre Ansó y Hecho) daban ganas de darse la vuelta. Pero seguimos hacia Guarrinza sin tener nada claro lo que nos iba a deparar el día.




El nublado y el viento fueron amainando poco a poco y el frío se mantenía, con lo que las pocas esperanzas matutinas se iban transformando y lo cierto es que daba gusto abrir huella por una zona tan placentera y con una nieve tan fría y ligera.




Poco a poco fuimos ascendiendo y llegamos hasta lo que en algunos mapas nombran como Anatera Alta o La Ñetera. Hubo un momento de duda para bajar por una zona u otra, pero después de unas comprobaciones decidimos realizar la bajada directa. 




La nieve se mantenía seca y ligera con la temperatura fría reinante y estas condiciones permitían hacer todo lo que quisiéramos de forma fácil y sin esfuerzo. Vamos, todo lo que soñamos muchas veces y que rara vez se cumple.




La calidad de la nieve se mantuvo hasta el final. Esto añadido a que prácticamente terminó despejándose, nos permitió disfrutar desde el principio hasta el final de la bajada. 
 



Un día en el que la frase más repetida fue: "...si nos llegamos a quedar en casa...". Disfrute desde el principio hasta el final, la compañía, la traza de subida y el descenso completo jabalineando hasta el coche lo poco que habíamos porteado por la mañana, nos permitió concluir que había sido uno de los mejores días de la temporada.







domingo, 20 de abril de 2025

Los Pilones. Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos. Valle del Jerte

 El pasado 6 de febrero y aprovechando un viaje de formación que realicé a Monfragüe, saqué un rato para descubrir que era aquello de "Los Pilones".




Para ello me acerqué hasta el Valle del Jerte. Una vez allí, me dirigí al Centro de Interpretación de la Naturaleza ubicado entre las localidades de Jerte y Cabezuela del Valle, que es donde empieza la ruta de Los Pilones, dentro de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos.




Las posibilidades de hacer rutas en la zona son grandes y están bien señalizadas. Yo opté por realizar una corta ruta lineal que me llevara hasta "Los Pilones" directamente.




"Los Pilones" resulta ser una zona donde la erosión fluvial, a modo de centrifugadora en la roca granítica, crea unas formaciones redondeadas que llaman la atención por su belleza.




Como he comentado todo el recorrido está balizado, existen numerosos carteles que explican este tipo de formaciones, además de facilitar información de la flora y fauna existente en la zona. Vamos, una maravilla de paseo.




En el recorrido, además de estas espectaculares y llamativas formaciones del río, me llamó la atención el bosque de roble melojo, que ya empezaba a brotar y el bosque de ribera al acercarme al río con abundantes alisos y fresnos, además de una abundante avifauna asociada a ese hábitat. En un momento localicé agateadores, pinzones, palomas torcaces, carboneros, trepador azul, mirlo, lavanderas y herrerillos.




Hasta llegar allí, no dejan de llamarme la atención los aterrazamientos de las laderas, es algo común en todos los sitios, desde el Himalaya a los Pirineos. Aquí incluso recuperan antiguos tramos de terrazas antiguas y en desuso con el fin de aumentar la producción de cereza. No quiero imaginar como estará esto en primavera, no me extraña que tenga tanta fama la floración de los cerezos del Valle del Jerte.


El bosque, los caminos, las terrazas de cerezos, la flora, la fauna, el paisaje y sobre todo el río, hacen de este corto paseo una maravilla para los sentidos. Totalmente recomendable. 

No dispongo del track, pero no hay ninguna dificultad en localizarlo tanto en páginas y folletos oficiales o rutas de particulares.