lunes, 13 de enero de 2020

Corredor "Gusano", circo sur del Bisaurín. Descenso por Fetás

El pasado jueves, 9 de enero, nos juntamos Pablo, Aro y yo para hacer el corredor del Circo Sur del Bisaurín que ya habíamos fichado el pasado diciembre. Buscando, hay alguna reseña (https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/bisaurin-corredor-sur-gusano-invernal-21659942) que hace referencia a este corredor y lo bautiza como "Gusano".




Se trata de un corredorcete muy evidente una vez que entras en el Circo Sur del Bisaurín. Hay que pasar de largo la entrada al corredor sur y meterse dentro del circo para verlo.




El persistente anticiclón ha hecho que en estos últimos 15 días la nieve vaya retirándose poco a poco y además de la media hora de porteo, hay que buscar muy bien por donde subir hasta la Caseta de Fetás, para mantener la continuidad. 






Una vez metidos en el circo sur, elegimos un buen resguardo bajo una piedra para colocarnos los crampones, cargar los esquís en la mochila y seguir avanzando hacia la entrada del corredor.




El inicio del corredor es donde está la parte más empinada. Mas o menos hasta donde nos encontramos con un bloque de piedra que cuando lo miramos en diciembre estaba tapado, o eso nos pareció.




El resalte rocoso nos hizo apretar un poco más de la cuenta, pero una vez salvado volvimos a la comodidad de la rígola por donde se avanzaba cómodamente.




En la parte más alta la pendiente se va suavizando y, aunque desaparece la rígola,
el avance también resulta cómodo por las condiciones de la nieve.




La llegada a la cima del Bisaurín siempre resulta espectacular por todo lo que se ve, y más en un día despejado como todos los que estábamos teniendo últimamente.




Aunque yo tenía ganas de bajar por la pala, el viento reinante hizo que nos decantáramos como la vez anterior por bajar por Fetás ante la posibilidad de que ésta se mantuviese sin transformar lo suficiente. Mas tarde nos enteramos de que la pala estaba en buenas condiciones. También comprobamos como la bajada hasta el Collado del Baste estaba en mejores condiciones que el día que estuvimos en diciembre.




La bajada por el "Bocau" es valor seguro y allí disfrutamos de lo lindo. Este día Aro me sacó unas cuantas fotos y por eso salgo mas de lo habitual en esta entrada, ¡¡gracias!!.




Disfrutar era lo único que teníamos que hacer hasta las cercanías del Refugio de Fetás donde teníamos que prestar un poco de atención para coger la lengua de nieve que no perdiera la continuidad hasta donde teníamos que descalzar los esquís por obligación.


Otra mañana bien aprovechada por el monte donde, como es habitual, lo pasamos en grande. 










viernes, 10 de enero de 2020

Senda Mitológica Monte Hozarco y Mirador de Santa Catalina. Peñarrubia

El final del año 2019 lo pasamos en Santander en familia y disfrutamos de lo que no estamos acostumbrados, costa. Antes de ir, Elia había dejado bien claro que quería ver acantilados y así lo hicimos, disfrutando principalmente de Cabo Mayor y las Playas de Langre.





Pero para iniciar el nuevo año, decidimos disfrutar también del interior de Cantabria, Santillana del Mar, Cabezón de la Sal, Cicera,... Entre muchas otras cosas disfruté del Monte Corona en Cabezón de la Sal. Una plantación de secuoyas de principio del siglo pasado y que rondando los 100 años disponen de un porte que empieza a ser considerable.





Por la tarde nos acercamos a Cicera, un pequeña localidad de Peñarrubia donde se disfruta del ambiente rural cántabro. En sus cercanías está la Ermita de Santa Catalina donde dejamos el coche para dirigirnos por la Senda Mitológica del Monte Hozarco.




Allí disfrutamos de un atardecer de cuento en un bosque precioso. Además de las hayas y los robles, el camino está salpicado de criaturas fantásticas. Unas son mejores y otras peores según nos indican los paneles informativos que hay junto a ellas.




Los paneles nos dicen como se llama cada una y nos da una descripción de como son y cuales son sus actitudes frente a los demás.




Tras un recorrido entretenido en busca de los seres mitológicos, llegamos a la parte más alta del monte donde disfrutamos de las vistas hacia el Desfiladero de la Hermida y los Picos de Europa desde un precioso balcón conocido como el Mirador de Santa Catalina.




La primera puesta de sol del año 2020 resultó espectacular. Y ya en penumbra, tocaba volver por el mágico bosque donde las criaturas que lo habitan nos despedían a su manera.




Un buen lugar para pasar cualquier día del año. Nosotros lo empezamos con el listón muy alto, ... habrá que seguir disfrutándolo de la misma manera.