sábado, 20 de diciembre de 2014

BTT en Borau. Ruta de los pajares "espaldaos" desde San Adrián de Sasabe.

Ya hacía días que quería alparcear el trabajo hecho en Borau respecto a senderos (Senderos en Borau) por su ayuntamiento y por Ojos Pirenaicos. Dado que diciembre está siendo, ya no se sabe, si un otoño eterno o un anticipo de la primavera, aproveché el viernes pasado para dar una vuelta con la bici. Cuando me acercaba a Borau con el coche, no se muy bien porqué, giré en dirección a San Adrián de Sasabe y decidí arrancar desde allí la ruta en lugar de hacerlo desde Borau.




La iglesia es espectacular, no solo por su románico de los siglos XI-XII, sino también por su curiosa ubicación en la confluencia de los barrancos Calcil y Lupán. Esta ubicación hace que su convivencia con  el nivel freático de los barrancos me llame muchísimo la atención, además de alucinar con su ábside y los detalles en las portaladas con el típico ajedrezado jaqués tan abundante por los edificios de la época en la zona.

Antes de salir de casa ya había elegido la "ruta de los pajares espaldaos". Resulta muy recomendable bajarse el track y estudiar la completa y detallada reseña de Ojos Pirenaicos.




Aunque el día en la divisoria entre los valles de Aisa y Borau que es por donde discurre gran parte de la ruta era espectacular, la niebla en el fondo de los valles permanecía bien espesa. En las umbrías donde no entra el sol, o casi no entra, el barro era el protagonista y me hacía pensar que antes de entrar en casa tendría que dar un buen manguerazo a la bici.




Las vistas son las protagonistas en estos tramos del recorrido. Mientras la ruta se ve clara recorriendo el cortafuegos, Sinués, por su altitud, se va escapando de las brumas poco a poco. En el recorrido, además de las vistas, el sol y la niebla, apareció otro protagonista inesperado. El barro que en las umbrías podemos considerarlo un barro normal, el que me encontré en los tramos donde el sol no incidía demasiado fuerte era un barro "especial". Parecía que alguien había pasado antes echando algún pegamento para que el barro se adhiriese a las ruedas de las bicicletas hasta el punto de bloquear las ruedas de tal forma que no podían rodar. No me quedó más remedio que echármela al hombro en esos tramos para seguir avanzando, no sin dificultades ya que el barro "hiperpegajoso" también se pegaba a la suela de las zapatillas lo que hacía que no me resultara fácil avanzar.




Mientras me acercaba a la última rampa, y tras pasar unos cuantos repechos cortos pero intensos, la Peña Oroel se convertía en protagonista y se hacía difícil dejar de mirarla. Al volver la vista hacia atrás observaba como los picos, aunque blancos, están muy escasos de nieve. Bastante tendrá que cambiar el tiempo para pensar en esquiar, aunque por la cabeza ya ronda la tentación.




Un autorretrato antes de empezar a bajar, otra parada para tirar otra foto, otra foto a un muro de piedras, ...cualquier excusa es buena para alargar la jornada al sol antes de meterme en la niebla.




Al desparecer el sol conforme bajaba, tuve que añadir ropa al cuerpo para combatir el contraste de la temperatura. 




La niebla seguía espesa, aunque permitía adivinar lo que había en el fondo del valle. Poco a poco y sin necesidad de quitar ropa empecé a remontar hacia Borau. Los campos, con el aprovechamiento a diente del ganado, aparecen entre la niebla bien majos junto a numerosos pajares unos "espaldaos" y otros no.




Justo le fue a Borau para que la niebla desapereciera hacia el mediodía. Ya solo me faltaba cruzar el pueblo y subir hasta San Adrián de Sasabe para terminar la ruta.




La ruta resulta espectacular como corresponde a un trabajo bien hecho. La voluntad de los ayuntamientos, unido a las aportaciones de personas que demuestran interés en estos temas siempre son interesantes para obtener resultados consensuados y de calidad que benefician a todos. Felicitaciones a Ojos Pirenaicos por el diseño y la señalización, y al ayuntamiento de Borau por su interés en la recuperación de senderos para que todos los podamos disfrutar.
¡Habrá que volver más veces para seguir  disfrutando de los senderos de Borau!



miércoles, 10 de diciembre de 2014

Arranque de la temporada 2014-15 del Circuito de Raquetas de Las Eras. Ansó

Nueva temporada y nuevo cartel promocional, ...¡y van CUATRO!.


Esta es la cuarta temporada que nos dedicamos a promocionar el circuito de raquetas de Las Eras junto con AND Turismo Rural (Asociación de Turismo Rural Naturaleza y Disfrute).
Este año además de marcar la huella y publicar el parte y el estado del circuito semanalmente, hemos realizado el mantenimiento del circuito limpiando los casi seis kilómetros que componen los cinco recorridos del circuito, tanto en primavera como en otoño.



Este mantenimiento primaveral ha propiciado su uso durante el verano ofreciendo paseos agradables por sombras frescas y observando como nace un bosque por las características propias de este monte (descritas en la propuesta). Donde las diferentes especies que acompañan al hayedo buscan su lugar para instalarse bien sea por orientación, altitud, insolación, tipo de suelo,...
Durante el otoño hemos vuelto a realizar labores de mantenimiento que han resultado más ligeras y sencillas precisamente por el uso continuado que ha tenido el circuito durante la época estival y que han permitido disfrutar de los colores del otoño así como de las tan preciadas setas.



El largo y suave otoño nos ha permitido trabajar de manera cómoda en las mejoras del circuito. Hemos tenido en cuenta las sugerencias de los usuarios y nos hemos centrado en mejorar la señalización allí donde nos indicaban que más falta hacía. 





Así, hemos colocado flechas direccionales en los cruces de los recorridos que aclaran hacia donde dirigirse si uno pretende seguir con el ascenso (verde) o por el contrario considera que ya es suficiente y elige bajar (rojo).



En la zona alta, fuera del bosque hemos colocado balizas que orientan para completar el recorrido más alto sin dificultades. También hemos mantenido los colores que orientan para realizar los recorridos en el sentido recomendado.



Además de estas mejoras, mantenemos las que se han ido haciendo en las temporadas anteriores y así poco a poco consolidamos el circuito para todas las épocas del año, resultando un recurso sostenible por su bajo coste en su uso y mantenimiento (prácticamente nulo) y que rompe claramente la estacionalidad del turismo.



El domingo pasado por fin empezamos la nueva temporada y emitimos el primer parte y publicamos el estado del circuito. También dimos a conocer las novedades aquí descritas y como otra novedad este año enviamos el parte a A Lurte (Centro pirenaico de referencia para la gestión de riesgos de montaña). Nos pusimos en contacto con ellos y consideran interesante tener información de este tipo para su trabajo. Este año emiten un "Boletín de peligro de aludes del Valle de Canfranc" esperando ampliar con el tiempo este boletín a otros valles.



Aunque en las partes bajas del circuito la nieve escaseaba, en las partes más altas la capa permitía arrancar la temporada y quitarse el gusanillo. El fuerte viento ha pelado los montes, pero dentro del bosque y a resguardo, la nieve, aunque escasa para lo que estamos acostumbrados en esa zona, se mantiene en muy buenas condiciones.




En esta temporada que acaba de comenzar, además de que esperamos que nieve bastante más, queremos recordar que desde los siguientes enlaces puedes ver las características de cada uno de los recorridos del circuito (longitud, desnivel,..) y además tener la posibilidad de descargar los tracks a un GPS.



Información semanal sobre el estado del circuito en el blog de AND Turismo Rural.


viernes, 5 de diciembre de 2014

Disfruta en Casa Baretón con Ojos Pirenaicos


Desde siempre en el Pirineo las relaciones entre valles han sido un verdadero motor para seguir avanzando.
Ahora entre Borau y Ansó aparece una nueva colaboración con la misma intención. La relación se ha basado en una visión diferente e interesante de disfrutar de la naturaleza y el entorno que nos rodea y sobre todo en valores y educación, también la medioambiental.
El resultado es un producto que no dejará indiferente a nadie que visite el Parque Natural de los Valles Occidentales. Podéis comprobarlo en Ojos Pirenaicos.







lunes, 24 de noviembre de 2014

Por Ansó y Hecho en BTT

El viernes pasado amaneció como ya estamos acostumbrados últimamente, es decir, con sol y temperaturas suaves. Hinché la bici y me propuse dar un paseo por la chesa pista del Escarrón. Ya lo tenía en mente hace unos días y además hacía tiempo que no iba por ahí, ya tenía ganas. Me puse algo de ropa por aquello de que estamos a fin de noviembre, pero en las primeras rampas de la carretera del puerto entre Ansó y Hecho tuve que parar a quitarme la chaqueta.
No sabía bien que ruta tomar, así que mientras subía el puerto decidí bajar a Hecho por el cerro de Churdana.




La pista se conserva bastante bien, y las vistas que hay tanto de la Sierra de los Ríos como de Ramírez no dejan indiferente a nadie que pase por allí.




En la parte baja, ya dando vistas a la localidad chesa, un momento de duda se transforma en metedura de pata. Vi como había una traza de pista bastante arreglada que parecía que suavizaba la fuerte última pendiente para bajar a la carretera. Paré, fuí un rato andando y me pareció que podrían haber hecho un tramo nuevo para bajar de forma más suave. Volví cogí la bici y me puse a bajar por la pista nueva. A pocos metros más de lo que había avanzado caminando, la nueva traza se terminaba bajo una gran torre de electricidad. Un buen balcón de vistas del valle pero que me obligaba a volver hacia atrás por donde había ido hasta tomar la empinada traza de siempre.




Tras cruzar Hecho, me dirigí hacia mi objetivo del día, la pista del Escarrón. El lugar resulta siempre espectacular en todo su trazado y ahora en el otoño tan especial en que nos encontramos quería ver que nos ofrecía.




Nada más empezar, la zona no defrauda en absoluto. Cada pocos metros me paró para mirar, con la boca abierta, observando la visión que ofrece del valle.




Los campos, las bordas y los muros son los protagonistas, todo adornado con las vacas pastando. La pista resulta agradable, además de por todo lo dicho, la suave pendiente favorece el disfrute de un paseo espectacular. Solamente al final, pasado el barranco del Escarrón, la pista se empina un poco hasta alcanzar la carretera que sube a la Borda Bisaltico y Gabardito.




Al llegar a la citada carretera decido echar un bocado. Un par de mandarinas hacen que me decida a volver por el mismo sitio en vista de lo acontecido. 




Una vez cruzado Hecho tomo la carretera para subir el puerto, esta vez en dirección contraria, hacia Ansó. No solo yo disfruto del día y aunque estamos a finales de noviembre, la temperatura hace que especies que normalmente estuviesen bien escondidas, se encuentren activas y bien activas.




Aunque la mañana avanzaba rápido y el hambre apretaba, al llegar al alto decidí meterme por la pista del Vedau. Con lo bien que me lo estaba pasando no era plan de bajar por la carretera en un pis-pas y comer con buena hora. Me sacrificaba y me autoengañaba con una barrita de chocolate para volver a disfrutar del Vedau y de la bajada por el camino desde la Borda Cheso, aunque eso supusiera llegar tarde a comer.




¡Menuda guinda para terminar el día!. La bajada por el camino siempre resulta de lo más entretenido. Día completo con el objetivo de la pista del Escarrón cumplido e improvisando las bajadas tanto a Ansó como a Hecho de una de las maneras más divertidas posibles