El tiempo frenó la asistencia de más raquetistas, pero los que allí estuvimos, pudimos comprobar la protección que ofrece el bosque en situaciones como la que se daba, de fuertes vientos y temperaturas bajas.
Para empezar bien el día el "presi" nos hizo entrega de un interesante y útil obsequio a los asistentes. Se trataba de un protecctor labial muy indicado para el día que se planteaba.
Al arrancar observamos que la nieve está dura, tal y como nos informaba el día anterior AND Turismo Rural en su parte semanal del estado del circuito de raquetas. Este parte intenta contar la realidad del estado de la nieve, espesores y huella en el circuito, así como el estado de los accesos. Esto se hace por pura necesidad en los establecimientos ansotanos, ya que no nos podemos basar en la información de los partes de nieve de estaciones y espacios nórdicos que, siempre y como mínimo, dan dos metros de espesor de nieve polvo, aunque este lloviendo a cántaros. Nuestros clientes agradecen la información real y a nosotros nos anima a seguir ofreciéndosela de primera mano.
Conforme vamos remontando, el sol va entrando entre la hayas y eso hace pensar que pronto saldremos al cerro de Pinaré. Tal y como estaba el día no sabíamos si podríamos salir al claro, pero al menos había que asomarse y sacar la nariz. Siempre estaban las numerosas opciones que ofrece el circuito para salvar esta zona expuesta a los vientos y seguir a resguardo del bosque.
Todos disfrutábamos de lo que teníamos alrededor, ¿quién podría no hacerlo?...
Ahí arriba estuvimos gozando mientras el aire nos respetó. Amenazaba, y antes de que se pusiera a soplar en serio, volvimos al resguardo agradable del bosque. Dentro de éste, oíamos como el viento soplaba agresivo por las copas de las hayas y nos poníamos contentos de que no nos hubiera pillado en el cerro.
Cada vez estaba más contento de haber venido a disfrutar de Las Eras, estaba con buena compañía y las risas y el buen ambiente redondeaban la jornada. Hasta los remates en plancha de Elena nos sorprendían. ¡Ya quisieran Ronaldo o Messi rematar con semejante ímpetu en el área pequeña! ... ¡y sin balón!. Ella le restaba importancia aclarándonos que se había parado a descansar...
Tatán también investigaba por todos los rincones, no sabemos que estaría buscando.
Un par de fotos de equipo antes de tomar unas cervezas en el Refugio de Linza manteniendo una animada conversación. Tanto nos animamos que al bajar hacia Ansó paramos en el Camping Zuriza para tomar otra ronda antes de bajar a comer.
Si quieres ver otra versión de la excursión pincha aquí
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