martes, 28 de febrero de 2017

Mallo de Lacherito con esquís desde el Refugio de Linza. Ansó

Tras un montón de días de anticiclón y de un fin de semana espectacular para quien pudiera aprovecharlo, ayer lunes, aún daba el tiempo una tregua matutina que pude aprovechar antes del mediodía.




La nieve empieza a escasear en cotas bajas. Concretamente en Linza y orientación sur, hay que subir casi hasta la cota 1700 para encontrar continuidad de nieve. Pero una de las ventajas que tiene Linza, es que se puede apurar la ascensión al Mallo de Lacherito por el Barcal de Linza hasta bien avanzada la temporada, calzando los esquís desde el mismo aparcamiento en condiciones de escasez.




La nieve estaba dura por la mañana y, tras muchas veces de meter la pata, opté por poner cuchillas cómodamente antes de situarme en la expuesta diagonal que atraviesa la Foya Manaté. Hice bien,... ya era hora que la experiencia diera sus resultados. Una vez atravesado el mal paso otra vez vuelta a la calma y proseguir con la ascensión.




Las nubes amenazaban con fastidiar el día pero por el momento solo eran amenazas, así que no había que pensar en que se me estropeara la visibilidad para la bajada, aunque rondaba por la cabeza y no era fácil apartarlo.




Los intervalos de nubes y el aire fresco no permitían una transformación de la nieve como seguramente había habido en los días anteriores y seguía durilla. A cambio, esas mismas nubes creaban un ambiente espectacularmente cambiante.






Pude llegar a la punta con los esquís puestos y disfrutar del paso rápido de las nubes. Poco tiempo perdí en la cima ya que la soledad, el viento y la incertidumbre de que se me cerrara el día invitaban a aprovechar el momento de la bajada en las mejores condiciones posibles.




Hace aproximadamente un mes no se podía saltar la cornisa que permite pillar la pala completa prácticamente desde la punta, ya que estaba agrietada y a punto de terminar de romperse. Ayer ya se podía saltar y disfrutar de toda la pala en una de las mejores bajadas de la zona.




La bajada resultó como siempre que está todo bien, ...¡genial!. La pala había transformado lo justo y por abajo, algo más dura sobre todo en las sombras, permitían jugar por las vaguadas sin tener que remar después, todo un lujo.



Una bajada con nieve rápida por el entretenido bosque me colocaron en el Refugio de Linza sin tener que descalzar los esquís en ningún momento y a poco más de 1300, ...¿que más se puede pedir?.




Esta vez la guinda del día la puso esta perdíz nival que posó para mi un buen rato. Fue a la única que le dediqué un buen rato, no se ni cuanto, pero disfruté de lo lindo viendo como se movía y comía. Otro buen día de monte para disfrutar en tranquilidad.










domingo, 26 de febrero de 2017

Paseo con raquetas por Linza, Ansó.

Ayer sábado salió un día espectacular. Había trabajo en casa y no pude aprovechar el día como me hubiese gustado, pero cuando toca..., toca.
Elia no madrugó y cuando estaba desayunando, se acordó que había un campeonato de mushing en Linza. Sin pensármelo mucho me ofrecí voluntario para llevarla a ver los perretes.




El hecho de no haber preparado las cosas, llevó a que cuando llegamos a Linza justo terminaba la carrera de los trineos tirados por perros. Elia se llevó un poco de chasco, pero nos dijeron que entonces comenzaba la prueba de canicros, y volvió a animarse.




Una de las cosas que mas le gustó fue ver como una cachorrilla que estaba aprendiendo decidió tumbarse a refrescarse con la nieve de la manera más natural posible, mientras su compañero de carrera le animaba a seguir. Al final consiguió convencer al animalillo y siguieron compitiendo como si nada.




Estando en Linza y con el día que hacía no era cuestión de desaprovechar la ocasión. Así que le propuse a Elia dar un paseo por el Sobrante y volver por la Foya de los Ingenieros. Aceptó y arrancamos.




Entre las muchas cosas que me contaba era que recordaba muy bien las excursiones en las que había subido a los diferentes picos que teníamos a la vista, La Paquiza, Maz, Mallo Lacherito, Ezcaurri, Petrachema, y me preguntaba cuándo iríamos a los que le faltaban.




También me recordaba que este año no le había subido con los esquís por el monte, como solemos hacer, y que hoy hubiese sido un buen día porque la nieve estaba muy buena. Me escudé como pude recordándole que hoy en principio solo veníamos a ver a los perros, rápidamente respondió que habíamos llegado tarde....ah!!.






Una autofoto y un poco de juego volvieron a cambiar la situación y los reproches pasaron a otro plano.




Empezamos a bajar por la pista de esquí de fondo, teniendo cuidado de evitar en lo posible pisar la huella. Rápidamente y en que pudimos, salimos monte a través entre las hayas, ya que además de evitar pisar la pista, es mucho más divertido.




Al llegar al barranco volvimos a coincidir con la pista, pero seguimos evitando en lo posible caminar por ella. No es difícil esquivarla, salvo en los puentes para pasar el barranco, y así se evita su deterioro. Todas las actividades en el medio natural son compatibles siempre que exista una actitud respetuosa entre los usuarios.




No solo me refiero con actividades en el medio natural a las deportivas o de ocio, soy de los que pienso que, con esa misma actitud respetuosa con los demás y con el medio, son compatibles actividades como aprovechamientos forestales, ganaderos, cinegéticos y los ya citados de ocio, deportivos y de uso público en general.




Al final pasamos una mañana entretenida, de improvisación, con un día espectacular y en un entorno preparado para disfrutar. Aún nos dio tiempo de tomar algo en el refugio y llegar a comer a casa. Es lo que tiene vivir en un lugar como Ansó.