miércoles, 21 de marzo de 2012

Ansó-Fórcala-Foz de Binies-Ansó en BTT

El lunes 12 de marzo, entre el tiempo primaveral, y que Pablo tenía faenas, decidí dar una vuelta con la bici. Salí de casa pasadas las 11:30 en dirección a Puyeta, con comida en la mochila.



Una vez en el alto, y observando la ermita de Puyeta, paro para ponerme un poco de ropa, ya que en la subida me la había quitado, porque pegaba el sol de lleno y calentaba bastante. Bajo casi hasta Fago, concretamente hasta la entrada de la pista de Fórcala.




La pista arranca con unas pequeñas rampas que se hacen bastante llevaderas, y más con las vistas que tengo de la ermita de San Cristóbal y del propio pueblo de Fago.



Después de las rampas iniciales, la pista se suaviza en pendiente y empieza un largo serpentear para salvar las gargantas de sucesivos barrancos en dirección a la sierra de Fórcala.
En ese rodar observo como la procesionaria esta completando su ciclo y con los calores primaverales bajan al suelo para, en procesión, enterrarse.
Intento esquivarlas siempre que puedo, para no molestarlas. Estas orugas, si se ven molestadas, sueltan unos pelos urticantes, que son como verdaderos arpones envenenados. La experiencia me hace recordar el considerable sarpullido doloroso y molesto que producen los dichosos pelillos.



Pronto, en la cantera Berricho, observo el desvío de una pista que lleva hasta la loma de Champuyó, desde donde por camino podríamos enlazar con el Paco de Ezpelá. Pero es pronto, el día es muy largo y la temperatura permite alargar algo más la excursión.



Poco a poco y casi sin darme cuenta llego al Plano la Sierra, espectacular llano con vistas hacia todos los lados. Enseguida, y en la zona de Peña Melera, se alcanza la cota máxima del recorrido, cuando ya tengo a tiro de piedra la Collada Cornaval.



Aprovecho el lugar, la hora y la gana, para disfrutar comiendo al sol en un día buenísimo, no sin antes intentar echarme una foto a mi mismo con "la arcaica" (casi no salimos).



Después de comer tranquílamente, miro un mapa antes de comenzar la bajada. Pablo me ha recomendado desviarme de la pista principal que baja hasta Berdún y tomar otra pista que va en dirección a la Foz de Biniés. Con las buenas referencias que me ha dado y la mirada que le he echado al mapa creo que acertaré.
El descenso es rápido y ahora las rampas son bastante más fuertes que las de la subida (menos mal) y pronto llego a la pista que tengo que coger. Se trata de la única que está cerrada por una valla de alambre primero, y por una sirga, después.


Una vez en la pista que me lleva a la Foz de Biniés, aparece una bifurcación, si tomo la de la derecha bajaré hasta la pardina, en la parte sur de la foz, mientras que si tomo la de la izquierda apareceré en la zona norte de la foz, casi a la altura del aforo del río.



Decido tomar la de la izquierda, para aparecer el la parte norte de la foz y así tener menos kilómetros de carretera para volver a casa. Por el camino, en la parte alta, la pista mantiene un descenso suave y se observa como los cazadores cuidan sus puestos para optimizar sus resultados.



Después de la suavidad de las rampas en el inicio del descenso, la cosa cambia de repente, y comienzan unas fuertes pendientes que hacen que llegue a la carretera casi sin darme cuenta.



Una vez en la carretera, solo falta remontar poco más de 14 kilómetros para llegar hasta Ansó. Me paro en la cercana área recreativa a echar un trago de agua y observo el panel interpretativo-educativo.


Como siempre que lo miro (igual que el que hay en la Foz de Fago), me llama más la atención la falta de ortografía del titular, que su propio contenido.
Me pongo a pensar en la cantidad de firmas que habrán supervisado, autorizado, revisado,...¡y nadie se da cuenta que el plural de foz se escribe con "c"!...
...sigo pensando, y ... cada una de esas firmas habrán costado dinero a todos los aragoneses, por un trabajo que no se ha hecho o se ha hecho mal...
...y las autoridades locales, que para eso les hemos otorgado esa autoridad, pueden y deben exigir la corrección de los carteles,...¿o tampoco van a cumplir, como los de las firmas?,...

¿Por qué no prima el sentido común apoyado por la educación y el respeto, en lugar del engaño y la mentira rebozados por el cinismo y la hipocresía actuales?
....

Volviendo a la realidad, decido asomarme al río y observar las trayectorias más antiguas marcadas en la glera amplia, meandros abandonados, dándonos una muestra de que el río está vivo.


El vuelo de una culebrera me hace parar y observarla. Está sobrevolando los escarpes rocosos de la salida de la foz Verde, a la que también me asomo y disfruto con su paisaje.


Remontando el valle por su acceso lógico, disfruto de la tranquilidad de una carretera que siempre ha sido "la carretera de Ansó". Pronto llegamos a la altura del núcleo cheso (ya no deshabitado) de Santa Lucia. Mirando al río es fácil observar garzas y cormoranes, y en los campos donde pasta el ganado también vemos como han llegado ya los alimoches.



Pasado el Puente Colorau, penúltimo que cruza el río Veral antes de llegar a Ansó, me queda ya muy poco para enlazar con la carretera nueva, que viene desde Hecho.


Son aproximadamente las cinco y media de la tarde y he completado una vuelta muy buena, y en un día primaveral, gracias a las recomendaciones de Pablo.