jueves, 28 de febrero de 2013

Esquí de travesía en Ansó. Pueyo Segarra

Ayer amaneció despejado en Ansó tal y como anunciaban las previsiones. Llevaba días observando el Pueyo Segarra desde el pueblo y tenía ganas de hacerlo. Ya hacía unos años que no se podía hacer, pero las nevadas de este año lo permitían y no era cuestión de dejarlo pasar.
Sin madrugar, cogí el coche y avance lo que pude por la pista de Picoya. Poco pude avanzar por ella ya que la nieve apareció rápidamente, pero había que acercarse todo lo posible.

 
 
 
A partir de este punto de la pista, sólo me quedaban 1000 metros de desnivel y todo el día por delante.
 
 


 
Avanzando por la pista sólo me encuentro con un corte de nieve de unos 150 metros en los que tengo que llevar los esquís en la mano. A partir de ahí solo tengo nieve y numerosos rastros de corzo, jabalí y ardillas. Cuando llego a la trocha que sube por la loma de Picoya la cojo y asciendo por ella hacia la Borda Menuda.
 
 
 
 

En el ascenso de la Loma Menuda hacia el Campo Cortés, observo que, aunque en los días pasados la temperatura ha sido realmente baja los sauces de montaña saben que la primavera se acerca y no se frenan en el desarrollo de sus brotes. Esas bajas temperaturas han provocado que la nieve estuviera como en Alaska, ...¡alucinante!.

 
 
 
Cuando salto a la altura del Campo Cortés ya se adivina el perfil de lo que pretendo hacer hasta el Pueyo Segarra. Se trata de seguir avanzando por el cerro y recorrer toda la arista que hace muga con el Valle de Reclusa hasta la cima.
 

 
 
La caseta de bóveda del Campo Cortés da paso a los ventisqueros provocados por el cierzo.
 
 
 
Al llegar a la arista, las vistas de Peñaforca, Lenito y Castillo de Acher contrastan con la impronta dejada en la nieve por un ave posiblemente en su despegue.

 

 
 
Habiendo remontado por Espildoya y encontrándome en el cordal que me lleva a Picoya y al Pueyo de Segarra, las vistas y el ambiente son espectaculares.
 



Sólo en un paso tengo que quitarme los esquís para avanzar y allí aprovecho para sacarme una foto. Después de cortarme la cabeza un par de veces y de sacar otras tantas el chinebro y el cielo, consigo sacarme bien en el medio y ahí que pongo la foto, ... ¡después de las carreras que me ha costado!.

 
Tanto me animo, que decido sacarme otra foto cuando me vuelvo a poner los esquís, y esta vez acierto a la primera, ... ya le voy cogiendo la marcha a esto de dejar la cámara en el suelo.
 

 
 
 Una vez arriba, hasta el Midi se asoma por detrás del Castillo de Acher par ver como he mejorado en esto de los autorretratos.
 
 
Como estoy solo, arriba pierdo poco tiempo, no hay nadie con quien decir tonterías ni reírse, así que me como una naranja, quito pieles y a probar la nieve polvo por debajo de los 2000.
 

 
 
 
Hasta en el Campo de Aturra encuentro nieve polvo, estoy en la cota 1500 aproximadamente y sigo disfrutando de esta calidad tan bien conservada por la temperatura de estos días.
 

 

Al llegar a la pista la nieve se ha transformado y las nubes previstas hacen su aparición. Pero al llegar a las zonas de umbría, como si de una nevera se tratara, la nieve se conserva como la he encontrado por la mañana. Esto hace que los esquis deslicen haciendo que el paso por la pista sea más entretenido. Día redondo en un monte que no siempre se puede hacer completo con esquís.

lunes, 25 de febrero de 2013

Raquetas de nieve en Ansó. Excursión organizada en el circuito de Las Eras.

El Club de Montaña Linza y la asociación AND Turismo Rural  habían organizado una salida con raquetas para el sábado 23 de febrero. Las previsiones meteorológicas no eran muy buenas para aventurarse con los esquís por las zonas más altas. El fuerte viento previsto provocó que me decidiera a ir al resguardo del bosque de Las Eras con la gente del Club Linza.



El tiempo frenó la asistencia de más raquetistas, pero los que allí estuvimos, pudimos comprobar la protección que ofrece el bosque en situaciones como la que se daba, de fuertes vientos y temperaturas bajas.




Para empezar bien el día el "presi" nos hizo entrega de un interesante y útil obsequio a los asistentes. Se trataba de un protecctor labial muy indicado para el día que se planteaba.



Al arrancar observamos que la nieve está dura, tal y como nos informaba el día anterior AND Turismo Rural en su parte semanal del estado del circuito de raquetas. Este parte intenta contar la realidad del estado de la nieve, espesores y huella en el circuito, así como el estado de los accesos. Esto se hace por pura necesidad en los establecimientos ansotanos, ya que no nos podemos basar en la información de los partes de nieve de estaciones y espacios nórdicos que, siempre y como mínimo, dan dos metros de espesor de nieve polvo, aunque este lloviendo a cántaros. Nuestros clientes agradecen la información real y a nosotros nos anima a seguir ofreciéndosela de primera mano.








Conforme vamos remontando, el sol va entrando entre la hayas y eso hace pensar que pronto saldremos al cerro de Pinaré. Tal y como estaba el día no sabíamos si podríamos salir al claro, pero al menos había que asomarse y sacar la nariz. Siempre estaban las numerosas opciones que ofrece el circuito para salvar esta zona expuesta a los vientos y seguir a resguardo del bosque.




 Parecía raro, pero al llegar al claro el aire disminuyó, el sol brillaba y cada uno se fue "a su bola" por la amplia loma.



Todos disfrutábamos de lo que teníamos alrededor, ¿quién podría no hacerlo?...






Ahí arriba estuvimos gozando mientras el aire nos respetó. Amenazaba, y antes de que se pusiera a soplar en serio, volvimos al resguardo agradable del bosque. Dentro de éste, oíamos como el viento soplaba agresivo por las copas de las hayas y nos poníamos contentos de que no nos hubiera pillado en el cerro.



Cada vez estaba más contento de haber venido a disfrutar de Las Eras, estaba con buena compañía y las risas y el buen ambiente redondeaban la jornada. Hasta los remates en plancha de Elena nos sorprendían. ¡Ya quisieran Ronaldo o Messi rematar con semejante ímpetu en el área pequeña! ... ¡y sin balón!. Ella le restaba importancia aclarándonos que se había parado a descansar...



Tatán también investigaba por todos los rincones, no sabemos que estaría buscando.



Un par de fotos de equipo antes de tomar unas cervezas en el Refugio de Linza manteniendo una animada conversación. Tanto nos animamos que al bajar hacia Ansó paramos en el Camping Zuriza para tomar otra ronda antes de bajar a comer.


Si quieres ver otra versión de la excursión pincha aquí

miércoles, 20 de febrero de 2013

Esquí de travesía en Ansó. Zuriza-Petraficha-Ferrerías-Anzotiello-Gamueta

El sábado 16 amaneció despejado y por fin había caído una helada decente. Habíamos quedado Javi, José Antonio y yo para dar un buen paseo con esquís. La intención era salir de Zuriza, pasar por la Collada de Petraficha, bajar a los Mallos de las Ferrerías, subir hasta la Collada de Anzotiello y bajar por Gamueta. Para eso habíamos quedado en la calle Mayor de Ansó a las 8 de la mañana y decidimos acercar un coche hasta Gamueta para la vuelta.


 
 
Partimos del Camping de Zuriza, y por la pista fuimos en dirección a Tachera para coger el GR en dirección a Oza por la Collada de Petraficha. El cartel, que habitualmente hay que mirarlo levantando la vista, lo teníamos a nuestros pies.
 
 
 

 
Había bastante gente que había decidido tomar el mismo camino y, entre trago de agua y pizca de chocolate, nos encontramos con Alberto. Hablando, hablando, resultó ser amigo de Gerardo de Casa Alejos de Fago, al que tenemos un poco lesionado. Nos dijo que le apretáramos en que se recuperara, pero le dijimos que le apretaríamos lo justo, ya que sino él toma la venganza en las paredes verticales cuando se acaba esto de la nieve y en esas situaciones él tiene mucho poder.

 
 
Después de despedirnos de Alberto, que se dirigía hacia Quimboa, continuamos hacia nuestro primer objetivo, la Collada de Petraficha.
 
 
 
 
Al llegar al collado, no solo nos sorprende la cantidad de nieve que inunda el paisaje, sino que también vemos unas grandes bandadas de grullas que aprovechan el día para ir hacia el norte. Además vemos en Guarrinza un alud en una de sus barranqueras que fluyen al fondo del valle.
 
 
 
Después de disfrutar de la primera bajada del día por una nieve espectacular, colocamos pieles para sortear los mallos de las Ferrerías y a la vez buscar un buen sitio para echar algo de comida al cuerpo.
 
 
 
 
Mientras comemos disfrutamos del paisaje, la muralla norte de Quimboa, el Valle de Lacherito con Petrachema y sus agujas al fondo, Guarrinza bajo nuestros pies,...todo redondo de nieve.
 
 
 
 
Viendo todo esto, nos hacemos los remolones para remontar hacia Anzotiello,... que si me asomo por aquí para ver unos sarrios, que si mira que el quebrantahuesos nos va a dar en la nariz al pasar, cualquier excusa es buena para disfrutar de la zona y el momento.
 
 
 
 
Por fin nos decidimos a remontar a Anzotiello. Es la última remontada seria del día, a partir de ahí, a bajarrr...
 
 
 


 
Bajamos de tirón hasta el Barcal de Gamueta por tubos y nieve de lo más disfrutona. Ahí, me empeño en seguir por el cordal del cerro de Gamueta, para así bajar por el bosque hasta la carretera.
 
 
 


 


 José Antonio y Javier siempre se acordarán de ese paso por el cerro. El acanalado de costra de la parte norte se unía a la nieve sopa de las cinco de la tarde de la parte sur en el borde mismo de la arista. Además la cantidad exagerada de nieve y las sorpresas de los pinos enterrados que hacían que uno se hundiera hasta el cuello, hicieron que el tramo nos costara atravesarlo más de la cuenta.
 
 
 
Al pasar el cerro y entrar en el bosque las cosas cambiaron. Esquivando hayas llegamos al coche con unos últimos giros agradables.
Completamos un buen día de esquí, con una vuelta preciosa y un mejor ambiente entre los participantes.