martes, 1 de febrero de 2022

Ibón de Estanés con raquetas de nieve desde Sansanet

 El pasado lunes 24 de enero me acerque hasta el Somport para dar una vuelta con las raquetas de nieve. Un par de días atrás había caído una ligera nevada de norte y el ambiente anticiclónico y frío hacía pensar que la calidad de la nieve se mantendría en buenas condiciones.




Así se confirmó nada más iniciar el camino. Además, el fin de semana la zona había estado transitada como lo demostraba la impresionante huella que había por el recorrido.




La combinación de la calidad de la nieve y la huella en perfecto estado, unido al precioso día que había salido no permitían otra cosa, tan solo se trataba de disfrutar.




La salida definitiva del bosque daba paso a las suaves lomas del ansotano Puerto de Estanés. También allí se mantenía la calidad de la nieve por el ambiente frío reinante.




La tranquilidad que ofrece el lugar fuera del fin de semana resulta sobrecogedor y más en el entorno del Ibón de Estanés. Semejante charco totalmente blanco impone. 




Aprovechando la tranquilidad y el buen tiempo decidí volver dando una pequeña vuelta. Había llevado crampones y piolet por si eran necesarios por las caras norte, que últimamente estaban como el cristal.




Con la última y ligera nevada la cosa había cambiado a mejor, al menos en estas zonas de pendiente suave. De forma que me permitió asomarme hacia la Espelunguera sin problemas por las zonas sombrías.




También resultó agradable caminar por tramos sin huella y sobre todo avanzar cómodamente y sin sobresaltos ni dificultades. Los crampones y el piolet resultaron pasajeros de lujo en la mochila durante todo el recorrido.




Volviendo a la huella, inicie el descenso hacia el coche disfrutando de las vistas hacia todos los lados. El día acompañaba y la tentación de aprovecharlo al máximo hizo que completara el paseo dando vueltas por el fondo de valle en el Tour del Aspe.




Otro paseo por el Somport antes de pasar a la vertiente española me permitió aprovechar el día a tope. Había merecido la pena el viaje y solo quedaba volver a casa para contarlo.