domingo, 8 de diciembre de 2013

Pico de los Monjes, desde Pont D´Arnousse hasta Astún con esquís.

El jueves pasado quedamos Iñaki, Fran, Anchel, Pablo y yo para hacer la primera travesía en condiciones. Cruzamos el túnel del Somport y partimos desde el espectacular Viaducto de Arnousse, cerca de Urdos.




Avanzamos desde la cota 900 por un espectacular bosque de cuento, cruzando barrancos por pasarelas colgantes. El bosque era exuberante y los pisos altitudinales de vegetación bien marcados. Los rastros de corzos, jabalíes y sarrios abundaban por todos los lados y el silencio solo se rompía por el ruido del agua del barranco y algún que otro "juramento" de Anchel cuando se repetían sus problemas con las pieles.




Poco a poco fuimos saliendo del agujero y empezó a darnos el sol. Todo lo que se veía estaba blanco y notábamos la diferencia en cuanto a la cantidad de nieve con respecto al lado español. Se notaba que en la zona donde estábamos, el viento no había influido en barrer la nieve como en la nuestra.




Conforme íbamos ganando altura, íbamos reconociendo picos y también localizamos nuestro objetivo. Daba gusto foquear por la zona. La nieve en las zonas orientadas al norte estaba sin evolucionar mientras que en las orientaciones sur, encontrábamos nieve primavera. Los flanqueos sospechosos nos hicieron tomar precauciones y pasar con cuidado antes de echar un tentempìé.





Otro "juramento" de Anchel nos llama la atención. Esta vez es una de las fijaciones, y en el peor de los sitios, la que esta poniendo a prueba su paciencia. Una de mis fijaciones, que no quiere ser menos, también me pone a prueba pero al menos el problemilla se soluciona y no es reiterativo como para soltar otro "juramento".



Pronto llegamos al collado y todo lo que tenemos ante nuestros ojos hace que nos riamos de todo el esfuerzo, las incidencias y los "juramentos". Una vez allí, plantamos los esquís y decidimos subir hasta la punta del pico de los Monjes, 2349 m., donde Anchel vuelve a hacer cosas raras, esta vez con los guantes. Incomprensiblemente se le ha dado la vuelta por dentro y, ya entre risas, vemos como es incapaz de volvérselo a poner, hasta el punto de desistir y utilizar una manopla para sustituir al guante "estropeado".
Desde el collado, Iñaki nos graba un pequeño vídeo con su móvil que podéis ver pinchando aquí.




Con cuidado, bajamos la arista hasta el collado donde cogimos los esquís y continuamos unos metros por la arista hasta dar vista al Ibón de Escalar. Volvimos a notar la diferencia en cuanto a la cantidad de nieve de la vertiente española, pero nos echamos para abajo con bastantes ganas por nieve primavera. 




Una vez cruzado el ibón como "furrumbias", nos echamos hacia el aparcamiento de Astún, no sin antes tener que quitarnos los esquís en un pequeño tramo pelado de nieve. En la bajada vemos como luce el sol donde estamos mientras que en Candanchú ha entrado la "boira" tapándolo todo.




Una vez en el aparcamiento de Astún, solo queda ir a por los coches y pensar en la próxima. Eso sí, lo mejor es discutirlo con unas cervezas para redondear un día espectacular, por una zona preciosa y en una compañía mejor.