martes, 27 de febrero de 2024

Estreno temporada de raquetas de nieve. La Contienda, Larra-Belagua

 El pasado 6 de diciembre y tras la nevada que nos había caído, nos fuimos con Elia a iniciar la temporada de actividad invernal. Para ello decidimos acercarnos hasta la cabecera del vecino Valle de Roncal. Concretamente nos fuimos a La Contienda, en el entorno de Larra-Belagua.




Cuando llegamos el monte estaba espectacular. A Elia se le llevaban los demonios por no haber cogido los esquís de travesía, pero yo le intentaba hacer ver que era la primera nevada en condiciones y que faltaba base, ...no era fácil de convencer a la vista de lo que teníamos delante.




Día despejado y con la nieve reciente aquello parecía un cuento. Elia seguía con el tema de los esquís, y solo le faltó observar como había gente que si que había optado por ese material y progresaba haciendo zetas por la ladera sur del Arlas. A mi se me ponía la cosa aún mas difícil.




Nieve y día espectaculares iban compensando el tema, y poco a poco Elia iba convenciéndose a regañadientes de lo de los esquís. La nieve era fría, seca y muy suelta y de vez en cuando con las raquetas íbamos descubriendo y notando piedras ocultas en la nieve.




Se daba cuenta de que sus tablas nuevas podrían haber sufrido mucho ante la situación en la que nos encontrábamos. Realmente compensaba la apertura de huella en el precioso entorno del Karst de Larra y más cuando éramos los primeros en "romper" ese manto blanco tan majo.




Elia decidía por donde trazar y eso le motivaba. Además el hecho de no ver a los aventurados esquiadores le hizo olvidar un poco el asunto y disfrutar de lo que teníamos delante.




Poco a poco íbamos avanzando y disfrutando de la nieve, del día y del entorno que estaba realmente espectacular.




Al acercarnos al Collado de Pescamou, vimos alguna traza de bajada de esquís. Eso me vino muy bien para terminar de convencer a Elia de que había sido mejor hacer lo que hicimos que traer las tablas. Raro era el pequeño cerro o lomo que no sacaba piedras en la huella de los esquís.




Eso, y el disfrute de abrir huella por una nieve tan ligera, hicieron que Elia se quedara más tranquila y convencida de la decisión.



Un buen arranque de temporada, en un día precioso que hacía pensar que el invierno prometía....





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