Yo me había empeñado en ir hacia el Chinebral y como la nieve empieza a escasear en las partes más bajas, hubo que descalzar los esquís en alguna que otra ocasión. En cada una de las veces que nos descalzamos me iban cayendo todas por haber elegido la zona pero uno ya está curtido y aguanté el chaparrón como pude.
Una vez en el Barranco del Chinebral y antes de la Foya Gamueta ya nos olvidamos de los desagradables cortes de nieve que habíamos encontrado por el bosque.
Para subir hacia el Chinebral elegimos una de las "múltiples opciones" (como suele decir Pablo) y una de las que más me gustan. Tras pasar unos pocos resaltes, nos plantamos a la vista del pico y a falta de superar poco más que la pala final.
Mientras Pablo y yo subíamos al Chinebral , Ruben esperó a pie de pala tras tratarse con esparadrapo y cinta americana unas incómodas rozaduras de sus botas. Pablo tenía compromisos familiares y tenía que volver pronto. El reloj marcaba las once de la mañana y aunque la nieblina reinante no tenía pinta de desaparecer yo decidí continuar la jornada mientras Ruben y Pablo volvían hacia el coche.
Hacía poco que había estado en el Chinebral y había realizado la bajada que iban a hacer Pablo y Ruben. Además, me gusta mucho esquiar el Pico Gorreta y este año aún no lo había hecho. Decidido, me fui hacia allí para cambiar el sitio de bajada.
Como siempre suele pasar, la bajada se me hizo corta y viendo que llevaba buena hora, opté por remontar de nuevo hasta el Collado de la Gorreta de los Gabachos. Una vez arriba dejé los esquís en el collado, pasé a pinchos, y remonté hasta la punta de la Gorreta de los Gabachos, donde disfruté como siempre de las espectaculares vistas y sensaciones que se tienen allí arriba con los cortados a los que te asomas.
Mirando al collado desde arriba, se veían los picos por donde había pasado y disfrutado. Tras bajar a por los esquís con el cuidado que requiere el destrepe, aún restaba por esquiar todo el desnivel hasta el coche.
Antes de llegar a la Foya de Gamueta decidí cambiar la bajada intentando buscar la continuidad de nieve que seguro no estaba por donde habíamos subido. Me dirigí hacia el Barranco de Gamueta con la intención de esquiar por el bosque y luego bajar por la pista de Gamueta que sabía que estaba con abundante nieve.
En el bosque fui negociando como pude y hasta donde las "fagarras" y las abundantes ramas rotas me lo permitieron. Al final me tocó descalzar esquís y bajar andando antes de llegar al puente. La pista estaba bien de nieve como ya sabía. Incluso mejor de lo esperado ya que se encontraba algo dura, lo que me permitió bajar cómodamente y sin amagos de remada hasta la carretera.
Día completo que permitió comprobar que el GPS parece que me vuelve a funcionar y donde habrá que esperar a que nieve en las cotas más bajas para moverse por la zona si queremos no descalzar los esquís en ningún momento.
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