Aunque al otoño parece que le cuesta llegar, mirando al suelo hay signos inequívocos de que realmente se acerca. Los días y las noches previas al fin de semana se caracterizaron por fuertes tormentas, y como suele ser habitual en estas fechas y en esas condiciones, hicieron que el oso estuviese bastante activo. En dos noches consecutivas realizó dos ataques, matando al menos diez ovejas del mismo rebaño en Ezcaurri.
Mi intención era ir a Berdún por la pista de Fórcala. Como en Puyeta se celabraba la Junta de San Miguel y por la carretera iba a haber mucho jaleo de coches, decidí ir por Ezpelá hasta la Loma de Champuyó y de ahí salir a la pista sin pisar la carretera.
Después de un rato de pedalear por la pista, llegué al Plano de la Sierra. Espectacular loma desde donde la vista no tiene tiempo de aburrirse.
En este punto decidí echar un bocado ya que había pasado un buen rato desde que había desayunado. El lugar era idóneo y ya faltaba poco para llegar a la Collada Cornaval para empezar a bajar sin parar.
Desde la Collada Cornaval y tirando de zoom consigo localizar Berdún, pero la bajada es larga y aún me llevará un rato alcanzar el pueblo.
La bajada es brutal desde el principio hasta el final. Se combinan fuertes pendientes con pequeñas suaves lomas que permiten un respiro.
Así como voy bajando, cada vez encuentro más zonas de tierra menos permeable que en la parte alta del recorrido. Esto hace que se cree cierta incertidumbre a la hora de pasar, ¿que será mejor, pasar a toda velocidad para cruzar el charco lo más rápido posible, o ir despacio para no perder tracción y evitar un patinazo que daría con mis huesos en medio del fango?, ¿y si por ir despacio me clavo y me quedo dentro del charco, que?....
Pasados estos tramos con suerte porque no me mojé ni me caí, ya tengo a la vista Berdún, ahora ya sin zoom. También puedo ver Huértalo y Majones, justo después de pasar la zona conocida como Casa Sanz, lugar donde algunos ganaderos de Ansó completaban la primera jornada en su bajada trashumante a la ribera.
Las últimas bajadas fuertes me llevan a la Barrera Teresa, donde el terreno cambia por completo y se vuelve totalmente llano. Llego hasta el puente del rio Veral donde no me atrevo a dejar la bici apoyada en su barandilla y remonto por terreno erosionado hasta el pueblo de Berdún.
Una vez en Berdún solo resta subir hasta Ansó por la carretera del valle, la de toda la vida. Paso por el puente de Biniés, la Pardina de Cillas, la Foz de Binies,...
...la Foz Verde, Santa Lucia, el Campo Fifarás, el Achar de Ornat,... y manguerazo en la antigua serrería donde dejo la bici impecable para meterla en casa sin ningún problema.
Aún me dio tiempo antes de dar las cenas en casa, esta vez vegetarianas, y después de una reconfortante ducha, de salir para ver el mercadillo de productos naturales y tomar una cerveza mientras escuchaba la Fanfarria del Valle de Roncal que había bajado a Ansó desde Puyeta. Día redondo de monte en un fin de semana "hiperactivo".
Te escribo desde la Castilla profunda. Chico, sólo me queda que felicitarte por estas crónicas montañeras tuyas. Bien redactadas, sobradamente ilustradas..........hay publicaciones del sector que debieran tomar nota. Yo y mi familia somos unos enamorados del Pirineo, el cual procuramos visitar asíduamente, en esos findes con buena predicción meteorológica. Sigue así, no te canses.......y suerte con vuestro negocio.
ResponderEliminarVicente
Además de las ganas de disfrutar del monte que nos rodea, comentarios como el tuyo son los que animan a seguir con esto.
EliminarHoy ha sido el día que he disfrutado con el blog al leer lo que he leido.
Muchas gracias por este comentario