A poco más de las seis de la mañana nos calzábamos los esquís sin portear nada desde Tachera a menos de 1300 metros. La aventura comenzaba, y el último de la fila se quedaba sin puente para pasar el barranco.
El amanecer nos pillaba entrando en el estrecho que da acceso al Achar de Alano y el rehielo previsto se había visto anulado por un cielo nublado.
Al llegar a Alano decidimos ir hacia el Rincón para alargar la mañana. Pasamos del calor al viento y la niebla y la nieve fue trasformándose desde el tipo pescadería, hasta la nieve helada pasando por la costra.
Aunque las nubes seguían agarradas en el Rincón de Alano y Peñaforca, parecía que el resto de la zona iba despejándose poco a poco. Recuperé el bastón y llegamos a la caseta de Alano para echar un bocado y ver si todo mejoraba un poco. El tentempié nos sienta bien y Pablo soluciona lo de la piel gracias a unos alicates. Los claros de sol parecen ir ganando terreno a la niebla y el ánimo vuelve a subir. Vemos como unos montañeros entrecruzan sus trazas de subida con las nuestras de bajada dirigiéndose hacia Peñaforca, que seguimos sin verlo, mientras nosotros nos dirigimos hacia el collado de Tresveral.
Al ver la Punta de Tresveral, nos tienta y decidimos subirla antes de meternos a bajar la pala. Esta vez Javi nos espera en el collado concentrado para la bajada por el amplio circo de Tresveral.
En la punta de Tresveral también perdimos poco tiempo, todos teníamos ganas de emprender la bajada, que era en realidad el objetivo del día.
El ambiente y la esquiada que tiene el circo de Tresveral son espectaculares, igual que las vistas del anticlinal que forma el circo de Ezcaurri. Su orientación noroeste mantiene una calidad de nieve extraordinaria para estas alturas de la temporada y en unas cotas tan bajas. El secreto que tiene esta zona para que casi nadie la esquíe es que no tiene salida. La solución es quitarse los esquís y portearlos por camino hasta Zuriza, aunque algunos como Peyo encuentran drásticas soluciones para minimizar la porteada.
Aunque el día no empezó de las mejores maneras, si que terminó como estaba previsto en cuanto a la meteorología, y de mucho mejores en cuanto al disfrute de un buen día por el monte.
¡Que buena pinta tiene esa bajada¡
ResponderEliminarDesde el final de la nieve hasta el río ¿hay mucho desnivel?.
¡Gracias¡
Fernando
Realmente no miré el altímetro ya que lo conocíamos y teníamos asumida la porteada, pero pienso que el desnivel rondará los 150 metros.
EliminarOk. Muchas gracias¡¡
ResponderEliminarFernando