Se trata de una subida por pista unos 11 km hasta la ermita de Santa Orosia, y luego coger un PR que baja San Román para después volver a Yebra por un GR, en total unos 18 km. La vuelta es más corta ya que el camino que baja es bastante más directo que por donde sube la pista.
La reseña la hemos obtenido de GPSPirineo
Tras los preparativos y los incordios de Manchas (un cachorro de Yebra que jugueteaba con nosotros en la plaza) salimos cuando ya casi eran la once de la mañana. Tras las habituales dudas de que pista hay que coger, comenzamos la subida, en una mañana bastante fresca.
Empezamos las primeras trazas de la pista por sombra y el frío de deja notar sobre todo en las manos. Pronto empezamos a coger altura y nos empieza a dar el sol que se agradece, empezamos a ver las antenas de la punta lo que nos da una idea de lo que nos queda. Voy probando a hacer fotos sobre la marcha sin bajarme de la bici y ...así salen.
Pronto tenemos que parar a quitarnos la ropa que hacía muy poco nos venía muy bien. Mientras hacemos la parada comentamos que la bajada desde las antenas parece muy directa hacia San Román, y que seguramente habrá algún buen camino de bajada que queda fuera de nuestra visión. Aprovecho la parada para comer un poco de chocolate ya que llevo desde las seis de la mañana en danza y se empieza a notar.
Antes de que la pista de la vuelta al monte aprovecho para fotografiar los tramos duros de la subida, ya que a partir de ese momento las rampas se suavizan hasta llegar a Santa Orosia.
Antes de llegar a Santa Orosia nos sorprenden las cuevas rupestres que se esconden en la parte baja de la zingla de piedra.
Por fin llegamos a Santa Orosia rondando el mediodía y nos decidimos a almorzar de buena gana, en la tasca y junto a la fuente.
Tras el almuerzo, tomamos el PR a San Roman justo enfrente de la ermita, y remontamos el lomero suave hasta que empieza la bajada.
Iniciamos el descenso y en principio el camino entra directamente en las fajas que habíamos visto por la mañana, convirtiéndose en una sucesión de zigs zags, en los que hay que asegurar el giro para evitar saltar a la faja siguiente. Las vistas de Sabiñánigo en cada una de las curvas son alucinantes.
El camino no para de hacer diagonales cortas y girar, así vamos a bajar rápidamente.
En una de las curvas aparece la primera incidencia del día, Javi ha pinchado, mientras arregla el pinchazo comentamos la bajada que ahora ya se empieza a suavizar algo, aunque aún nos queda un trozo para acabar las terrazas.
Después de la reparación de la cámara continuamos la bajada.
Una vez pasada la pendiente fuerte, el terreno cambia por completo, pasamos un bosque de quejigos y rápidamente llegamos a San Román, donde retomo las habilidades de hacer fotos sobre la marcha.
Pasado San Roman hay que tomar el GR que nos lleva de nuevo a Yebra de Basa, a lo largo de este tramo hay un trozo en el que hay que portear la bici para alcanzar una plana, un poco antes de la porteada sorprendo en una curva del camino a Pablo y a Javi, observando los cerros por donde hemos bajado,....imposible localizar el camino aunque sabemos que está ahí.
Una vez terminada la pequeña porteada y cuando parece que ya está todo acabado, aparece la segunda incidencia del día, a Juande se le ha roto el amortiguador delantero. Mientras comentamos que con mi bici arcaica no tengo esos problemas, me doy cuenta que he partido la cadena y que el cambio no tiene muy buena pinta. Con todo esto intentamos terminar lo antes posible para que no sigan apareciendo incidencias.
Bajamos los últimos tramos como podemos y llegamos a la plaza de Yebra antes de las cuatro.
Pese a todo, hemos disfrutado de un buen día por el monte, ya solo queda tomar algo, despedirnos y preparar la próxima.
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