jueves, 8 de diciembre de 2011

Senda de Camille en tres etapas

Pablo y yo no teníamos muchas posibilidades de hacer la Senda de Camille, por la dificultad en compaginar las fechas en las que se puede hacer con nuestro trabajo. Conseguir 6 días seguidos era un imposible. Así el año pasado cuando la temporada llegaba a su fin, nos propusimos hacerla en tres días, cogiendo un lunes o un viernes. El problema venía si no conseguíamos hacerlo por el tiempo o algún despiste, necesitábamos un día más de comodín. Las fechas empezaron a cuadrar, podíamos pedir un día de fiesta, el lunes 20 de septiembre, que junto con el fin de semana y el martes 21 de septiembre, fiesta local, teníamos lo que necesitábamos. Nos pusimos en contacto con Val d´Echo Activa, que es la empresa que gestiona las reservas, y nos informaron que el día 19 era el último día que está abierto el refugio de Arlet, es decir, todo cuadra, eso sí, ajustadamente ya que pretendíamos salir desde Linza el 18.

1ª Etapa: Linza-Gabardito-Lizara

La gestión de las reservas fue rápida y eficiente por parte de Val d´Echo Activa, y el día 18 salimos temprano de Linza, de tal forma que sobre las 8 de la mañana estábamos en el Achar de Alano. Desde allí, decidimos no seguir las indicaciones del mapa y cuadernillo que te dan en el refugio de salida, ¡ERROR!. Quisimos no perder altura y así ganar algo de tiempo en la que se supone que es la etapa más dura. Desde Alano, en lugar de bajar hacia la Reclusa para subir por el bosque de Lo Furno, trazamos una curva de nivel que nos llevó a asomarnos a un circo precioso, desde donde veíamos muy bien el collado Baxo de Lenito, pero que, de no tener un parapente no podíamos llegar en buenas condiciones.



Fuimos descendiendo para ver si podíamos destrepar por algún sitio y, con un pino seco como referencia, encontramos un "paso", no recomendable (sobre todo en mojado), que nos permitió alcanzar el collado a las 10 de la mañana.



Desde el collado Baxo de Lenito veíamos Gabardito justo enfrente de nosotros, solo teníamos que bajar hasta el puente de Santa Ana y volver a subir al refugio. Echamos algo rápido al cuerpo y nos encontramos con un camino alucinante de bajada hasta la carretera, tentador incluso para la bici, pero ahora estábamos en otra cosa, y todavía había que ir a Gabardito y después a Lizara. Llegamos a Gabardito a las 12 de la mañana. Llevábamos muy buena hora, pese a la metedura de pata. Nos envalentonamos y nos atrevimos con unos huevos fritos que nos comimos en un pis pas, también dio para un buen café que nos hizo Patxi.




Sellamos y a las 13:30 salíamos en dirección al collado de Lo Foratón que nos llevaría a Lizara.
Cuando pasamos por Plandaniz, nos arrepentimos de habernos comido los huevos fritos, nuestras tripas pesaban como nunca, pero...¡estaban tan buenos!.


El tiempo acompañaba para caminar, era fresco, y aunque en el collado de Lo Foratón se nos echo la niebla, al no haber demasiadas posibilidades de despiste llegamos a Lizara a las 4 de la tarde.


Antes de la ducha decidimos tomar una buena jarra de cerveza, después apareció nuestra compañera Salo y nos invitó a otra,... bueno, vamos a la ducha que hasta que llegue la hora de la cena no se que va a pasar.
Xaro nos selló, y cenamos estupendamente en Lizara. Pronto a dormir que mañana toca otra caminata.

2ª Etapa: Lizara-Somport-Arlet

Madrugamos lo suficiente para empezar a andar sobre las 7:30 de la mañana. Por terreno conocido, avanzamos rápido acompañados de una mañana bastante fresca, encontramos algo de hielo en la Plana Mistresa.
Una vez que remontamos el puerto de Bernera damos vista al Valle de los Sarrios, desde el cual, y por donde nos indica el dedo de Pablo llegaremos a Estanés, donde pararemos y nos quitaremos algo de ropa que ya empieza a molestar.




Avanzamos por el puerto de Estanés y observamos el bosque de las hayas, que delimita la frontera francesa con el término de Ansó. Bromeamos con la posibilidad de hacer leña de ese bosque francés, ya que así esta pactado en los antiguos "tratados de facerías" que realizaban nuestros antepasados ansotanos con los franceses, a cambio de que sus rebaños pastasen por este puerto temporalmente.




Desde donde estamos vemos brillar el tejado del Albergue Aysa, en el collado del Somport, lo tenemos a la vista pero todavía tenemos que cruzar la Chorrota de Aspe, o como decimos los ansotanos la Golochera de Esper.


Una vez que salimos del bosque y llegamos a Candanchú, volvemos la vista atrás y observamos el recorrido hecho para llegar a la Golochera de Esper.


En este tramo de camino hasta llegar al Collado del Somport, notamos las cervezas de Lizara, y también decidimos de forma fulminante no comer huevos fritos en el Albergue Aysa, ya próximo, en vista de lo ocurrido el día anterior.
En el Somport llamamos a casa para dar señales de vida, todo va bien, y ahora tenemos que volver a cruzar la Golochera Esper pero por una cota más baja hasta llegar, en principio, a la Espelunguera. Comemos algo de jamón y queso en el Albergue, sellamos, y sobre las dos de la tarde retomamos el camino hacia Arlet, hemos perdido un poco de ritmo y habrá que recuperarlo.
Descendemos por el camino de Santiago y siguiendo las indicaciones de la guía de la "Senda", ya que este terreno es desconocido para nosotros, pasamos por la cabaña d´Escuret, y ganando tiempo llegamos a la Espelunguera.



Una vez pasada la Espelunguera, y superada parte de la remontada hasta la cabaña de Grosse, decidimos echar un poco de chocolate al cuerpo. Mientras, observamos buena parte del camino recorrido durante el día.




Seguimos recuperando tiempo, y ya tenemos a la vista la cabaña de Grosse, solo nos queda cruzar hasta ella y emprender con ganas el ascenso hasta el collado de Lapachouaou, para rápidamente llegar a Arlet.




A las 6 de la tarde llegamos a Arlet. Aunque por la mañana hemos notado las cervezas de ayer, por la tarde hemos filtrado todo, obsesionados con recuperar tiempo, y ahora apetece una cerveza fresca. ¡Vaya chasco!, muy amablemente y en un aceptable castellano nos explican que como es el último día de la temporada, los burros han bajado toda la bebida y no hay ningún tipo de refresco. No era eso lo peor, en la cena esperaba echarme un trago de vino, ya que sabía que gastan el mismo vino que tomo yo en casa y apetecía, ¡pero no!, los .... burros también se habían llevado el vino, ¡que ocurrencia!. Por lo demás buena cena y mejor compañía, ya que compartimos mesa con tres chicas navarras con las que tomamos un buen cola-cao, y a las que invitamos a las fiestas de Ansó. Incluso como ellas iban a llegar a Linza dos días después, les amenazamos con la posibilidad de subir a darles el desayuno al refugio...



3ª Etapa: Arlet-Lescun-Linza

Madrugamos como el día anterior y si las fuerzas, los posibles despistes y el tiempo lo permiten, esta noche dormiremos en casa. Pero aún queda un día de monte por delante, y ya iremos viendo.
De momento, el amanecer en Arlet es tan espectacular como el atardecer, es un sitio extraordinario.


En principio, hoy, la primera parte de nuestra etapa hasta Lescun trata de llanear y bajar, tiempo habrá de remontar hasta la Collada de Petrachema y volver a bajar a Linza.
En el tramo hasta llegar a la Collada del Palo, pasamos numerosas cabañas muy bien cuidadas y equipadas, en las que hay pequeños rebaños de ovejas, yeguas y vacas, en un entorno idílico. Una vez atravesada la collada comienza la tremenda bajada hacia Lescun, en donde pasamos por la cabaña de Bonaris, donde hay una buena fuente para repostar agua.




En la bajada a Lescún dejamos las piernas sueltas y la carrera se impone sin darnos cuenta, aunque el paisaje nos fuerza a parar de vez en cuando. Si mirásemos con ojos de ganaderos veríamos muy buenos pastos, pero si miramos con otros ojos, nos inventamos unas vertiginosas bajadas con esquís,....





Pronto llegamos al fondo del valle, paramos a echar unos frutos secos al cuerpo y tomamos la pista, que luego se convierte en carretera asfaltada, y nos lleva hasta Lescun. Al mediodía llegamos al Camping Lauzart, con la intención de comer algo. ¡Sorpresa! está cerrado. Ahí estaba María, que en un perfecto español nos comenta que el dueño llegaría por la tarde, sobre las cuatro o las cinco, y que ella era solo la chica de la limpieza. Ante su amabilidad y la situación que se nos presenta, la nombramos "dueña y señora jefa del Camping Lauzart", de tal forma que con ese nombramiento puede sellarnos la ficha, y sin perder más tiempo, y después de invitarla también a las fiestas de Ansó, nos despedimos de Lescun y de María, encaminándonos hacia las agujas y la collada de Petrachema.


El asfalto se hace pesado, y ya tenemos ganas de ir entrando en el bosque que nos permitirá ir más cómodos. En el momento que dejamos atrás el asfalto, decidimos echar algo al cuerpo y reponer fuerzas ante la remontada que nos queda.
Pronto, y tras cruzar el bosque de Ansabere, llegamos a las cabañas del mismo nombre, donde con una mirada hacia atrás vemos el valle que lleva a Lescun...




...y con otra hacia adelante, observamos cada vez más cerca la collada de Petrachema, que ahora ya, la contemplamos como la puerta de casa.




A las cinco de la tarde llegamos al refugio de Linza, donde, esta vez Ana nos recibe igual que siempre. Da gusto llegar a Linza, y más con el objetivo cumplido. Como ya no tenemos que caminar más, y en vista de que no hemos comido en Lescun, nos atrevemos con unos huevos fritos con jamón que nos sientan de maravilla. No hemos utilizado nuestro día comodín y lo usaremos para otros menesteres.

¡LA SENDA ES MUY RECOMENDABLE!

martes, 6 de diciembre de 2011

Gamueta

En los últimos días de Julio y aprovechando que estaba Olatz, la amiga de Leyre, Elia decidió que les invitaba a una de nuestras excursiones. Se trataba de ir a Gamueta y hacer el recorrido del bosque entrando por la pista. La tarde amenazaba tormenta, pero, como todos los viernes por la tarde, salimos al monte.
El comienzo de la excursión es sencillo pero le he dicho a Elia que al final de la pista había un puente que hizo Manolillo el herrero, para que no se le hiciera tan pesada la pista, ya que Elia prefiere los caminos con escalones de raíces, y en general, más entretenimiento.






¡Yo diciendo que la pista es aburrida!.... cuando me doy la vuelta veo que han conseguido entretenimiento, ¡se están poniendo las botas de comer fresas!. Cuando logro que arranquen se escucha un trueno amenazador, las previsiones se cumplen y la tormenta empieza a descargar. Rápido buscamos el resguardo de unos abetos y aguantamos el chaparrón comiendo galletas de chocolate. La tormenta se ha alargado más de la cuenta y tenemos que volver por la pista, que parece un río, hasta llegar al coche. Mientras nos cambiamos vuelve a salir el sol, pero ya es tarde y nos hemos quedado un poco fríos. Decidimos ir al refugio de Linza y tomar un cola-cao.


A la semana siguiente, retomamos la excursión, pero esta vez Leyre no puede venir, y su amiga Olatz ya se ha ido.
El tiempo parece más seguro y esta vez tenemos más posibilidades de completar la excursión. Todavía hay fresas por el camino y además ahora ya empieza a haber algún chordón.


Esta vez si que llegamos al puente que cruza el barranco al final de la pista, pero además Elia descubre que hay tritones en el agua, aún no los había visto nunca.




Una vez pasado el puente empieza la rampa más fuerte de todo el recorrido, pero Elia disfruta subiendo con ligereza ya que es un camino como a ella le gusta, hecho de escalones con raíces.




Más rápido de lo que parece terminamos el repecho y nos ponemos a llanear. Tendremos que pensar en merendar, eso sí, mientras jugamos con palos, hojas y piedras.




Terminada la merienda y al decirle a Elia que recoja la mochila, que tenemos que empezar a bajar porque se hace tarde, decide que no, que quiere quedarse allí, e incluso... ¿podríamos jugar al escondite?




Después de convencerla de que hay que ir bajando, como siempre, la cuesta abajo también es divertida y la carrera se impone hasta que, como casi siempre, el cuerpo va más deprisa que las piernas, con las consecuencias lógicas.....¡que lástima no haber llevado la cámara preparada para haber hecho una foto!....¿papá me vuelvo a tirar para que me hagas una foto?...
Le comento que a lo largo del camino hay unas estacas numeradas que acompañan el recorrido. Elia toma la responsabilidad de mirar si los números decrecen para comprobar que vamos en la dirección correcta, así una estaca tras otra vamos bajando, no sin continuos entretenimientos.



Cada vez es más tarde y cualquier escusa es buena para retrasar la vuelta a casa, un trago de agua....


El sol se va a esconder rápido y hay que alcorzar el recorrido. En lugar de ir por el Achar del Caballo hasta Linza decido acortar y bajar directo hasta la Fuente de los Clérigos. Se lo digo a Elia a la vez que le informo de que antes de llegar a la fuente hay un pedrusco que lo va a poder escalar,... ¡vamos rápido! me dice. Parece que he dado en el clavo y otra vez vuelve a correr hacia abajo, ya que también le digo que si se hace de noche no lo podrá escalar.



Ya sin sol pero en la carretera Elia se echa un buen trago de agua en la Fuente de los Clérigos. Por fin hemos terminado la excursión con ganas de volver a la siguiente.



sábado, 3 de diciembre de 2011

Escalando en Repatauda

 
El pasado jueves 1 de diciembre, nos juntamos en el túnel de la carretera entre Ansó y Fago Gerardo, Pablo, Carlos y yo. Allí Gerardo, de Casa Alejos de Fago, ha preparado unas 28 vías de escalada separadas en dos sectores, uno en la parte alta de la carretera y otro en la de abajo.

Decidimos ir al sector izquierdo y el acceso es rápido, directo y trabajado.


Toda la zona está orientada al sur de forma que permite estar en estas fechas aprovechando el rato de sol, en manga corta.
Todas las vías están señalizadas en su arranque con un símbolo pintado en piedra, que representa las marcas del ganado de diferentes casas de Ansó y Fago, dando un toque de interés a todo lo allí preparado.






Es mediodía y Gerardo quiere ir probando vías, ¡qué fácil lo hace!, ¡qué tío!.



Al ir probando, se da cuenta de que hay chapas que quiere modificar para facilitar la escalada, a los demás casi nos da igual porque no íbamos a notar mucho la diferencia. Observo que cuanto más controla la gente, más capacidad para la autocrítica tiene,....¿o será al revés?....




Mientras empiezo a subir, Pablo se convierte en improvisado reportero. Vamos probando vías mientras Gerardo supervisa y aconseja, al final no para de enseñar.



Para realizar las vías del sector izquierdo se necesita una cuerda de 60 mts., mientras que para el derecho se necesitará una de 70. En cualquiera de los casos será conveniente contar con unas 12 o 14 cintas.




La graduación de las vías oscila entre el 6a y el 7a+, lo que hace que, mientras Gerardo canta subiendo, los demás, como mínimo, nos quejemos de que los brazos ya no dan de si.




No obstante, después de comer un poco, reponer fuerzas y quitar el miedo con unos tragos de la bota retomamos las pruebas y seguimos disfrutando.




Probando vías se nos hace de noche es hora de retirarse y dejarlo para otro día, no sin antes echar algunas risas.



Las reseñas se pueden encontrar en Casa Alejos de Fago, Casa Baretón de Ansó, Camping Valle de Ansó, Camping Zuriza y Bar Zuriza.

Gracias, Gerardo, porque tu esfuerzo e interés sirva para que todos disfrutemos.