El pasado día 17 de abril nos juntamos Peyo, Castán y yo para ir hacia el Macizo de Collarada. No teníamos nada claro que íbamos a hacer, pues las previsiones meteorológicas, aunque por la mañana daban mucho viento, iban a mejor a lo largo del día. Esta situación, unida a que Peyo había sacado el permiso para subir por la pista, no dejaban otra opción nada mas que ir hacia allí.
Salimos porteando con frío y viento una media hora, con visibilidad escasa, pero con la esperanza de que las previsiones se cumplieran.
Después de un intento de observar el Valle de Acumuer desde el Collado de Marañan, volvimos al resguardo de la vaguada para saltar al altiplano de El Borreguil por donde tuvimos que descalzar los esquís.
Allí las cosas empezaron a cambiar para bien, no obstante aún persistía el viento, así que Castán (buen conocedor de la zona) nos propuso subir hasta el Paso del Portón, collado agreste, entre los dos Somolas, el alto y el bajo para seguir haciendo tiempo.
El ascenso, el collado, las vistas, el descenso y la nieve no pudieron ser mejores y la cosa pintaba tan bien que decidimos volver a poner pieles y encarar el ascenso hasta Peña Nevera.
Un descenso tendido y entretenido nos acercaron hasta donde habíamos iniciado la actividad por la mañana. Risas y buen ambiente completaron una jornada para enmarcar. Lo celebramos comiendo juntos en Casa Pío de Castiello donde siguió el buen ambiente y las risas acompañadas de unas buenas viandas.