martes, 23 de febrero de 2016

Pico Casterau y vuelta al Paradis con esquis desde Astún.

Aunque el pasado miércoles 17 estuve dando una vuelta por la Paquiza de Linzola, el viernes decidimos con Pablo ganar un poco de cota en la salida y evitar porteos cambiando de zona. Para ello nos fuimos hasta Astún. Salimos con los esquis desde el aparcamiento en dirección al ibón de Escalar y rápidamente nos plantamos en el Collado de los Monjes.




La nevada del jueves había dejado una capa de nieve polvo alucinante. La teníamos bien repartida por toda la zona y había que disfrutarla. Desde el collado decidimos dirigirnos hacia el pico Casterau y ya empezamos a disfrutar de unos giros con una suavidad de nieve espectacular, siempre con el Midi como testigo.




Con una sonrrisa de oreja a oreja nos plantamos en la base de la rampa que da acceso al collado del Pico Casterau, pusimos pieles otra vez y salimos zumbando hacia él.




Mientras decidíamos si usábamos o no los crampones para acceder al pico veíamos el camino de vuelta hacia el Pico Astún y nos quedábamos con la boca abierta de la extensión tan suave y tan bien tapada de nieve que teníamos por delante.




Finalmente decidimos acceder al pico sin colocar los crampones, ya que las condiciones lo permitían, no obstante los llevábamos a mano por si acaso. 




La cima plana es un mirador espectacular hacia todos los lados. Después de disfrutar un rato, ver que íbamos muy bien de tiempo y que la nieve polvo nos llamaba, decidimos bajar por Las Peyros hasta el fondo de valle para disfrutar de la esquiada y del día.




Después de extremar las precauciones bajando del pico con cuidado, volvimos a la suavidad de la nieve polvo y del terreno facilón hasta las cabañas de La Hosse. 




Tras alparcear un poco en las casetas y ver que estaban tan bien cuidadas como siempre están los refugios franceses, cogimos agua y empezamos la suave remontada hacia el pico Astún dando la vuelta al Pico Paradis.





Pablo puso la directa y, sin forzar para nada, iba abriendo una huella espectacular. La fina capa de nieve suelta no suponía ningún impedimento para que él avanzara, casi sin darse cuenta, en un entorno mágico.




Poco a poco íbamos ganando cota y los inmensos campos de nieve que íbamos cruzando nos iban llevando hacia la divisoria española. 




Al final dejamos el pico Astún a nuestra izquierda y salimos, como si de un balcón se tratara, a dar vista al Valle de Astún. Mereció la pena ya que las vistas fueron una gran recompensa.





Mientras recorríamos la arista para dirigirnos a la salida, encontramos una pequeña brecha que nos tentó y que nos dejó en el final de la silla de Truchas en un abrir y cerrar de ojos. Tras esquiar por las pistas con más gente de la que habíamos visto en todo el día, llegamos al coche habiendo completado una circular preciosa.



Con tiempo para comer, bajamos hasta la frontera y con el buen trato habitual de Perico disfrutamos de una buena comida. Todo lo descrito hasta aquí ya nos lo habíamos llevado por delante. A mi me quedaba la teoría del primer día del curso "Seguridad en Terreno de Aludes. Nivel 1" en Canfranc. Organizado por A Lurte (Centro Pirenaico para la Gestión de Riesgos de Montaña) con la colaboración de SnowStudies y ACNA (Asociación para el Conocimiento de la Nieve y los Aludes),...








jueves, 18 de febrero de 2016

Recorrido Olmos y serbales. Circuito de raquetas Las Eras, Ansó.

Esta mañana nevaba en Ansó. Cuando Elia se ha levantado se ha puesto muy contenta. Además de no tener que ir hoy a la escuela, tendría la posibilidad de tirarse con el trineo,..."¡super!". Pero al rato se ha dado cuenta que la cosa aflojaba y que aunque los tejados estaban blancos, no había suficiente nieve para tirar pilocos ni para ir con el trineo, ..."¡vaya!".
La mañana iba avanzando y ni siquiera quería salir a la calle, así que le he propuesto coger las raquetas y dar una vuelta por Las Eras... "¡vale!".




Hemos salido algo tarde, pero la temperatura era agradable y la nevada poco intensa. Una de las ventajas del circuito es que da mucho juego con las abundantes opciones que tiene, así que hemos arrancado y ya veríamos hasta donde llegábamos.




Antes de llegar al puente de la pista que cruza el barranco ha parado de nevar y nos hemos quitado las chaquetas. A Elia le gustaba abrir huella, pero en el momento que el terreno se empinaba un poco se volvía y me decía: "oye morrudo, pasa tu delante que yo llevo mucho rato".






Cuando hemos llegado a la zona donde rompí los taludes el otro día con los esquís, de nuevo ha querido pasar delante, "como mola este cajón, y que bien se va", decía.




De nuevo ha vuelto a empezar a nevar, pero todo estaba en calma y tampoco nos estábamos mojando mucho, así que mientras no arreciara, hemos decidido no pararnos para ponernos el chubasquero.




Al pasar por al lado de uno de los abetos, Elia se acordaba de haber estado allí merendando en verano en una excursión que hicimos buscando la sombra para evitar el calor, ...¡menudo cambio!. 
Cuando de vez en cuando le preguntaba si le gustaba lo que veía, me decía que si porque parecía que estuviésemos perdidos.





Conforme íbamos subiendo, la nieve que caía aumentaba y el aire, al ir acercándonos al cerro, se empezaba a dejar notar. Hemos decidido ponernos algo de ropa y,...¡oh, sorpresa!. Los guantes gordos de Elia me los había dejado en el coche y yo solo llevaba finos. Sobre la marcha, hemos preferido no salir al cerro para evitar estar más expuestos al viento y a la nieve, y el recorrido "Olmos y serbales" nos ha venido como anillo al dedo. Aunque mis guantes le iban un poco grandes se los ha puesto. Como no terminaba de calentar los dedos hemos hecho otro invento, y un "buff" en cada mano han dado la solución esperada.




En la bajada no ha dejado que me pusiera delante. La estaba gozando a lo grande. Yo no paraba de preguntarle si se le habían calentado las manos, y la respuesta era todo un clásico ya. "¡Que si, ...pesau!".





Cuando hemos llegado a la carretera, Elia se ha quedado un poco chasqueada. "¿Ya hemos llegado?". Pero pronto, con la propuesta de tomar un cola-cao en el refugio de Linza, se ha animado, y lo que es mejor, ya tenía ganas de volver otro día con los guantes para hacer el recorrido más largo.













lunes, 15 de febrero de 2016

Un paseo por Nepal en Ansó ... y más.

Esta sábado pasado en Ansó tuvimos la suerte de formar parte del periplo de la charla y exposición solidaria "Un paseo por Nepal", creada y ejecutada por Ojos Pirenaicos. Después de arrancar en Villanúa y pasar por Monzón, Ansó ha sido el tercer lugar elegido para mostrar este proyecto ilusionante, concretamente en el Berari.





La iniciativa surge de un viaje a Nepal realizado por nuestros amigos de Ojos Pirenaicos unos meses después del terremoto del pasado año que tanto afectó al Valle de Langtang. 

La exposición de fotografías va a estar en el Berari hasta el 28 febrero.




En la charla, David mostró sus dotes de educador y comunicador, situándonos en un país desconocido para todos los que allí acudimos con un lenguaje claro y sencillo. Utilizó recursos para explicarnos las dimensiones del país y sus similitudes con parte de Aragón y los Pirineos y a través de diapositivas y cortos vídeos, nos fue llevando por el Valle de Langtang para mostrarnos la espectacularidad del Himalaya.



A partir de ahí se centró en describirnos el Valle de Langtang y las consecuencias del terremoto. Nos hizo ver que, además de la destrucción propia de un movimiento sísmico, se une el miedo que provoca y hace que el número de turistas disminuya considerablemente en la zona. Esto afecta de forma muy importante a que la gente de allí pueda reconstruir sus hogares y sus vidas.

 A través de la iniciativa "Un granito de arena por Nepal"  se pretende reconstruir la casa de una familia en la localidad de Syabru en el Valle de Langtang que conocieron en su viaje. En esta iniciativa se utilizan todos los recursos posibles para recaudar fondos, desde la charla, la hucha y los calendarios que pudimos ver "in situ", hasta herramientas modernas y potentes como el Crowdfunding, además de conciertos, mercadillos, radio, prensa,... de los que la información disponible está en el enlace anterior.





Tras la charla y la proyección, preguntas y "charradeta" amena que continuó en el bar. Desde allí todos nos fuimos a disfrutar de la batukada "Truka Saka Laka" prevista. Aunque la lluvia abundante y persistente que nos acompañó toda la jornada no permitió que la batucada estuviera en la calle, el Salón de Actos (antiguo cine) nos dio la oportunidad de comprobar que la amenaza de Lore en la presentación, de que nos iba a gustar, se cumplió con creces.




Mucha gente disfrutamos de un espectáculo contundente, atronador y divertido en espera de volver a disfrutarlo cuanto antes por la calle. Aunque la calidad es pésima, puede servir de ejemplo este corto vídeo:




Terminada la batukada pusimos fin a un sábado trepidante con otra edición del "pincho-vela" en el que además del trago y el pincho, el ambiente permite disfrutar en los bares.



La tarde del sábado propició un día en el que la solidaridad, la amistad y la diversión fueron un contrincante implacable a la lluvia que quería aguar la fiesta, que algunos apuraron al máximo disfrutando de lo lindo.